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CICLismo

Jokin Etxabe, a aprovechar la oportunidad del Aevolo

El bergararra considera propicio el calendario norteamericano que tendrá con el equipo filial de Cannondale.


Jokin Etxabe (Bergara, 1994) trasmite a GARA su satisfacción tras confirmarse su debut en profesionales en 2017 con el Aevolo Cycling, equipo continental estadounidense filial del Drapac Cannondale del World Tour: «La oportunidad que me ha llegado es la mejor porque te permite crecer como ciclista y formarte en un filial de un equipo grande. Luego depende de ti, del nivel deportivo, que dirá si puedes dar un paso más o necesitas más tiempo para amoldarte».

Ha encontrado en Estados Unidos la oportunidad que no le han dado los equipos cercanos. No ha sido un ganador como amateur, pero con la selección española ha demostrado en las pruebas en las que se enfrentaba con los mejores sub’23 del mundo como en la Carrera de la Paz en la República Checa o el Tour del Porvenir que aguanta con los primeros cuando la dureza y el ritmo de carrera es mayor y el Aevolo ha decidido que sea el único europeo y el más veterano de un equipo joven.

Jokin Etxabe explica que «hace un mes salió la opción de este nuevo equipo. Internacionalmente he dado muy buena imagen y cuando llegó esta oferta no dudamos que era la buena por el futuro que te puede dar. Me llamó directamente el director del equipo, Michael Creed, me propusieron las condiciones y al ser buenas para crecer como ciclista no dudé en decirles que sí. Mi futuro ciclista dependerá de mí, de lo que demuestre, al tener un buen calendario allí».

Tour de Utah y Colorado

Destaca que «el Tour de Utah y el de Colorado son las mejores carreras que tenemos aseguradas con tres o cuatro World Tour y varios continentales pro. La idea es que tenga 75-85 días de competición dependiendo de las carreras a las que te convoquen. Por mi perfil puedo rendir bien allí. Casi todas las carreras serán vueltas por etapas y es lo que me favorece, el terreno es duro. Aquí en amateur no puedo destacar más porque no soy rápido y son puertos cortos y no puedes abrir diferencias».

Pero además destaca que «en el ciclismo estadounidense voy a aprender muchas cosas. A parte de crecer como ciclista me formaré como persona. Hasta ahora todo lo tenemos a mano, desde tu casa vas a las carreras en media hora. El idioma, la cultura y las tradiciones son diferentes. Es otra experiencia».

Acudirá el 9 de enero a Las Vegas a la primera concentración del equipo de cuatro días para conocer a compañeros y al staff, para probar el material y tener las charlas pertinentes. El 18 febrero volverá para una concentración de 20 días en Los Ángeles para afinar la forma y llegar con un buen nivel a las primeras carreras del 20-22 de marzo. Su idea es encadenar en cada viaje a Estados Unidos varias vueltas seguidas y luego regresar a casa. Agradece que las estancias allí no sean muy largas.

La pena de separarse de su hermano

El aspecto que más le apena de su fichaje por el Aevolo es que no podrá seguir con su hermano gemelo Beñat: «La intención de los dos era seguir juntos, pero no se ha podido. No creo que haya dos gemelos con la misma fisiología como nosotros. Las pruebas de esfuerzo, las analíticas, los ritmos cardiacos, los vatios..., todos los datos son iguales, pero no se valora igual su trabajo. Siempre se ha sacrificado por mí o por otros a la hora de trabajar y tiene el mismo nivel. Teníamos opciones para ir los dos juntos como amateur, pero no podemos pasar los dos a profesionales».

Espera que Beñat pueda destacar más el próximo año en el Gomur: «Desde julio se han interesado en nosotros, han esperado hasta el final y al pasar tanta gente arriba su trabajo será el de rematar y disputar las carreras. Espero que podamos volver a correr juntos porque al 98% le gustaría tener a su lado un corredor que sea igual, que vaya en las series con las mismas pulsaciones y vatios. Es un privilegio». J.I.