Al menos cuatro presos murieron en la madrugada del domingo –tres de ellos decapitados– durante otro motín ocurrido en la prisión Juez Raimundo Vidal Pessoa de la ciudad brasileña de Manaos.

Durante la última semana ha habido casi un centenar de muertos en enfrentamientos producidos en varias prisiones del país, lo que refleja la situación del sistema carcelario brasileño.

La cárcel Juez Raimundo Vidal Pessoa estaba sin uso desde el mes de octubre, pero fue reabierta hace unos días por el Gobierno del Estado de Amazonas para internar a 283 presos que presuntamente estaban implicados en los motines de Manaos, donde murieron 60 personas. Según informaciones de la prensa brasileña, esta cárcel se encontraba ahora en «pésimas condiciones».

El secretario de Seguridad Pública del Estado de Amazonas, Sergio Fontes, informó de que el motín se inició sobre la una de la madrugada, al parecer por una disputa entre facciones rivales.

Gases contra familiares

Tras conocer la muerte de los cuatro reclusos, familiares de presos se concentraron ante la prisión para reclamar información de lo que ocurría en su interior.

Un grupo de mujeres intentó bloquear la avenida Duque de Caxias, cercana a la cárcel, después de que la policía emplease gas pimienta contra familiares que protestaban frente a la prisión.

Según informó Europa Press, los familiares fueron alertados del motín por los propios presos a través de mensajes de teléfono móvil. Agentes del Batallón de Choque de la Policía Militar, con la ayuda de perros, entraron después en la prisión para sofocar la protesta.