Ane URKIRI ANSOLA
ALAVÉS

De casi sorprender a caer derrotados en Balaídos

Un gol de Radoja en el minuto 89 devolvió a la realidad al Alavés que estaba tratando al Celta de tú a tú con un jugador menos.

CELTA 1

ALAVÉS 0

Le faltó poco, muy poco, al Alavés para sumar un punto más a domicilio a pesar de jugar con un jugador menos desde el minuto 46. Fue algo así como un ‘deja vu’, cambiando solo el protagonista. Si hace cinco días fue Theo Hernández quién vió la segunda amarilla en el mismo minuto en Mendizorrotza en el partido de vuelta de los octavos de la Copa, ayer le cogió el testigo Feddal cuando su equipo había cuajado un gran primera parte y cuando el segundo tiempo se avecinaba esperanzador.

Aspas fue el menos vergonzoso en los minutos iniciales en el que resaltaba mucho respeto entre ambos equipos, con dos entrenadores que se califican como amigos. El delantero gallego conectó con Guidetti, que entendió a las mil maravillas la intención del ‘10’ celtiña, al igual que Pacheco que sacó una buena mano para despejar ese primer disparo. 

El Alavés, sin embargo, sacudió esa ofensiva y ese susto con una presión alta en tres cuartos del campo que le permitió robar balones en situaciones interesantes; aunque, por desgracia, no pudieron finalizar muchas ocasiones. Como por ejemplo en una jugada en la que conectaron Edgar y Camarasa, Deyverson también entró en juego para tocar lo justo y habilitar la carrera del ‘8’. Entonces apareció Cabral para arrollar al valenciano y así ver la primera tarjeta amarilla del partido. 

El no lograr finalizar las acciones de ataque permitió al Celta montar contragolpes por mediación de Bongonda, que provocó dos tarjetas amarillas en menos de dos minutos a Femenía y a Feddal. Tras 40 minutos notables del Glorioso, pero con ningún disparo a puerta, el equipo local fue a más en el tramo final con un Aspas eléctrico y protagonista. Remató un centro de Mallo que pudo convertirse en asistencia para Guidetti, que no llegó; se internó en el área tras una buena dejada de Wass, de espuela, y su centro lo despejó Femenía a córner y para terminar, asistió con un pase atrás a Radoja y el disparo del centrocampista fue blocado por la línea defensiva. 

‘Deja vu’

Los de Pellegrino bien podían estar satisfechos de la primera parte que habían hecho y el guión no debería cambiarse tanto si no fuese por la expulsión de Feddal. El marroquí vio la segunda amarilla a los treinta segundos de comenzar la segunda mitad. Esa acción provocó la primera sustitución del Alavés, que fue el sacrificado para dar entrada a otro central como es Alexis.

Pellegrino tuvo cambiar de guión pero tampoco estaba dispuesto a replegarse atrás como hizo hace cinco días. Un dato significativo fue que los gasteiztarras sacaron los únicos tres saques de esquina en la segunda mitad. Fue valiente, sobre todo cuando Femenía dio un paso adelante tras la entrada al verde de Vigaray. El Alavés fue capaz de impacientar a un Celta que no terminaba de dar ese último pase y bien pudo sorprender en varios contragolpes. La acción más destacada fue de Theo Hernández que recuperó un balón en su propio campo, activó el motor y se plantó ante Blanco tras driblar a su par. Su disparo, sin embargo, lo despejó con los puños el guardameta. 

Esa oportunidad dio esperanzas al Alavés, pero fueron un espejismo. Y es que, una pérdida en otro contragolpe se convirtió en el gol del Celta. Wass abrió a Hugo Mallo —minutos antes estrelló el balón en el poste- y el serbio Radoj, tras recibir el pase, dribló a Alexis y sumó su primer tanto en Liga que valió tres puntos importantes.  

 

Pellegrino se fue decepcionado pero también orgulloso

Nunca es de buen gusto encajar un gol en el último suspiro y es por ello que Mauricio Pellegrino expresó que estaba decepcionado con el resultado. Su equipo se había rehecho tras la expulsión de Feddal, por doble amarilla, y supo jugar de tú a tú ante el Celta pero un gol de Radoja le dejó sin premio: «Nos vamos sin puntos pero con la satisfacción de que el equipo lo ha dado todo». «El conjunto tiene entereza y sigue creciendo», añadió el argentino, queriendo resaltar uno de los aspectos positivos del partido. Además de ello quiso subrayar que deben aprender de estos partidos para futuros duelos ante rivales parecidos al Celta.  «Hemos controlado bien a un equipo tan difícil como el Celta, pero los partidos se deciden en detalles», se lamentó el míster albiazul.

Por su parte, Fernando Pacheco, guardameta del Alavés, también se apenó por no poder alargar la buena racha una jornada más. «Hemos hecho un partido bueno y a pesar de quedarnos con un hombre menos no hemos renunciado al ataque», resumió el extremeño. «Merecíamos al menos un punto», concluyó el extremeño. A.U.A.

 

Laguardia, hospitalizado por precaución

Víctor Laguardia, defensa del Alavés, fue trasladado al hospital de Vigo por precaución al haber sufrido un golpe en la cabeza en un choque con Guidetti, en el transcurso de la primera parte. El aragonés pudo terminar el partido pero quedó en observación al sentirse mareado y con dolor de cabeza.

 

El Glorioso no perdía a domicilio desde octubre

La escuadra albiazul volvió a perder a domicilio tras cumplir casi tres meses sumando fuera de Mendizorrotza. La última derrota fue en Anoeta, con un contundente 3-0, y desde entonces sumó seis puntos a domicilio. El Celta logró cortar la buena racha del Alavés que llevaba nueve partidos sin perder entre Liga y Copa.