Recuperan el paso

Irribarria-Rezusta superan el recital inicial de Olaizola II para reforzar aún más su liderato a pelotazos.

IRRIBAR.-REZUSTA 22

OLAIZOLA II-UNTORIA 19

Irribarria-Rezusta recuperaron ayer en el Labrit el paso que perdieron la semana pasada en Hendaia, una marcha que los lleva, cuando menos hasta semifinales, porque incluso los siete puntos que ahora mismo tienen en la clasificación pueden ser suficientes para superar el primer corte. No solo eso, como los dos zurdos sean capaces de mantener el ritmo y el nivel con el que solventaron una situación que se les había complicado con el 10-14, su candidatura a lo máximo es de lo más consistente y fiable.

Ahí radica la gran incógnita de este campeonato, ¿cuánto serán capaces los guipuzcoanos de mantener esa chispa y esa solvencia que los ha hecho líderes indiscutibles? Porque, si en un comienzo de partido entretenido y con alternativas, Aimar Olaizola, con un Álvaro Untoria bastante aseado, se las había ingeniado para, recurriendo a todo su repertorio de remates y sin cometer ningún error por mucho que entrara muy obligado, sacarles de ese guión en el que tan cómodos se sienten, en el 8-0 con el que respondieron, Irribarria-Rezusta se mostraron totalmente inalcanzables, incluso para el de Goizueta, en un día inspirado como el de ayer.

Apezetxea lo tuvo muy claro

Hay quien pone en cuarentena la labor de los botilleros, mucho más en un partido por parejas, pero ayer se vio clara la importancia que, una idea buena y bien explicada, por muy simple que esta pueda parecer, puede tener. Y Jon Apezetxea tuvo el acierto de hacer entender a Iker Irribarria que sus opciones de victoria pasaban por, en un día en el que el de Arama no estaba todo lo incisivo que requería el partido, cargar el partido atrás para, apoyándose en el poder de un Irribarria otra vez excelso, esperar una de esas opciones en las que, ajustar el remate a la línea, mucho menos con la potencia del campeón manomanista, era secundario.

El resultado fue inmediato y la apisonadora colorada despejó su camino en un abrir y cerrar de ojos. Fue un parcial de 8-0, solo frenado por un error nada forzado del de Arama, en el que los de Aspe sacaron a relucir todo su potencial, con tantos como el 17-14, en el que se iban turnando para, a base de sotamanos del delantero y pelotazos del zaguero, tener a Untoria con la espalda en el rebote y ayer no dio la impresión en ningún momento de que el material tuviera excesivo bote.

En las pocas ocasiones que Olaizola pudo entrar en juego –cruzó 45 pelotazos menos en el partido que el zaguero– intentó buscar una rendija en el ancho, buscándole la derecha a Irribarria, pero casi fue peor, ya que si este no anduvo del todo fino en tareas ofensivas, se vació en defensa y las pelotas recogidas desde la contracancha, al igual que en el Manomanista, se convertían en pelotas de extrema dificultad para el de Nájera.

Una falta de saque del delantero colorado con 21-17 dio a los de Asegarce una última oportunidad de revertir una situación que se les había complicado hasta el extremo, pero solo volvieron a sumar en un remate al colchón de abajo de Irribarria. Pero en un buen partido de los cuatro, quedó en evidencia que, sin accidentes, los zurdos de Aspe están un punto por encima de la pareja de Asegarce, que cae al penúltimo puesto.

Imaz juega en casa

Incluso podrían caer al farolillo rojo, en caso de que Urrutikoetxea-Imaz superen esta tarde en Oiartzun a Ezkurdia-Merino II. En ese caso, la clasificación se comprimiría aún más con siete parejas, todas menos los líderes, con un solo punto de diferencia.

Ander Imaz, lo mismo que Ugalde en el de Promoción, jugarán en casa, un arma de doble filo, como quedó en evidencia el viernes en Galdakao con Larunbe. Los de Aspe llegan en un gran momento de resultados.