Raimundo Fitero
DE REOJO

Peripatético

Busco adjetivos rebeldes para acomodarme a la irreflexión generalizada. Se me ha escapado peripatético pero no en su sentido aristotélico, porque reviso notas, memorias propias y ajenas y resulta que este invento de la tele se ha puesto imposible. La frivolidad como mecanismo de alienación. Es difícil hincarle el diente a algún programa de las generalistas que no sea una reiteración de vulgaridades, de inocentadas para parásitos domingueros. Claro, hay que ir a los canales más específicos, pero también, cuando se ponen a repetir programas uno queda absolutamente descolocado espacial y temporalmente.

Entonces lo peripatético es que con cerca de doscientos canales, miles de horas diarias de emisión no se encuentre la inspiración en otra cosa que lo periférico, o el fútbol, al que tengo penado por obvio, las películas de almacenamiento, las series de curso legal o los programitas de entretenimiento sencillo, pero igual de devastador en cuanto a la intención de ablandar las partes más blandas del blando cerebro de estos tiempos de pensamiento líquido. O sea, que nos quedan los canales chino y ruso para intentar visualizar otra arista de la realidad camuflada.

Por cierto, en China, han cerrado por orden ministerial cerca de cien campos de golf con la doble intención de ahorrar agua y combatir la corrupción. Tiemblo. Y nos dicen que están estudiando hacer algún decreto para limitar el salario que perciben los futbolistas extranjeros con contratos desorbitados. Terror. Miro los resúmenes de los partidos de fútbol y en la inmensa mayoría de las camisetas aparecen inscripciones chinas, nombres de líneas aéreas de los emiratos árabes y casas de apuestas. Las apuestas deportivas son una forma de ludopatía en expansión que provoca toda suerte de tensiones y sospechas. ¿Existen en China?