Imane RACHIDI
la haya

Batalla entre el ultraderechista Wilders y sus rivales ante las elecciones

El ultraderechista neerlandés Geert Wilders calificó ayer a sus rivales de «antidemocráticos» por cerrarle las puertas a una posible coalición, la única vía posible para gobernar si gana las elecciones del 15 de marzo. «La exclusión de una parte por adelantado es insultar a millones de votantes, y no es democrático», dijo Wilders, a cuyo partido, el PVV o Partido de la Libertad, las encuestas dan hasta un 30% de votos.

El rechazo a la formación ultraderechista y xenófoba ha llegado desde el actual primer ministro, el liberal Mark Rutte, y desde partidos como el laborista PvdA, los democristianos D66, el Partido Socialista holandés y el ecologista GroenLinks.

Rutte, líder del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), ya se ha negado rotundamente a cooperar con el ultraderechista o incluirlo en un futuro gabinete: «La probabilidad no es 0,1, sino cero».

El líder ecologista, Jesse Klaver, dijo que no cooperará con Wilders porque Países Bajos «no es un negocio sino una sociedad en la que se trata a los demás con respeto, independientemente de su origen o historial» y el laborista, Lodewijk Asscher, pidió «una alternativa social y decente a una coalición con el PVV».

El político euroescéptico y antiislámico insistió en que «el partido ganador de las elecciones siempre debe estar en el gabinete», tendió la mano a quienes quieran negociar y subrayó que su formación también tendrá que «hacer concesiones», ya que el Gobierno es siempre de coalición debido a que la naturaleza del sistema electoral neerlandés, con distrito único y listas desbloqueadas, hace casi imposible que un partido gane con mayoría absoluta.