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Los «robos del draft», o la NBA que solo es baloncesto

Los Toronto Raptors ocupan el tercer lugar del Este liderados por Kyle Lowry, héroe de sus últimos triunfos, tras ser elegido en el número 24 del draft 2006 y pasar por Memphis y Houston antes de explotar.


Un extinto canal de pago promocionaba los play offs de la NBA hace escasos años con un lema que quizás tuviera gancho, pero que no dejaba de dar repelús. «Parece baloncesto, pero es otra cosa». Luego, la «otra cosa» no dejaba de ser baloncesto, ejecutado por un equipo con jugadores de distintos niveles, estrellas unos pocos y trabajadores los más, para que lo que «parecía baloncesto» lo fuese de la mejor calidad posible. Y punto.

Porque al final la NBA vende y promociona sus caras más reconocibles, pero el rendimiento lo da el juego sobre la cancha. Así se entiende que, por ejemplo, una franquicia como los Knicks de Nueva York venda camisetas por un tubo cada año y les cueste un riñón alcanzar siquiera la primera ronda de los play offs, o equipos pequeños como los Golden State Warriors se hayan metido en la élite de la Liga.

La «ingeniaría financiera» de las franquicias arregla algunas plantillas, pero no hace milagros. El draft está para algo, pero ni todas las opciones salen bien, ni todas las opciones están llamadas a brillar.

Pero a veces, sin que nadie se lo espere, sucede. Que se lo digan a los San Antonio Spurs, que del draft reclutaron a estrellas como Parker –puesto 28– o Ginóbili –puesto 57–; que se lo digan a los Memphis Grizzlies, que se hicieron con Marc Gasol, en el cambio de Pau Gasol camino a los Lakers, una estrella de la NBA elegido en segunda ronda, número 48 en 2007. Son los denominados «robos del draft»: elecciones por las que nadie auguraría un gran rendimiento, pero que el resultado indica que debieron merecer mejor consideración. En resumen, que los «robos del draft» justifican que la NBA, aunque «parece otra cosa», es baloncesto.

Y en estas andan los Toronto Raptors. Lejos quedan sus años con Vince Carter, que hace poco cumplía 40 años, o Tracy McGrady, así como su flamante número uno con Andrea Bargnani. El base Kyle Lowry se está erigiendo en uno de los líderes de la franquicia canadiense, tercero de la Conferencia Este con un balance de 30-19, después de superar a los New Orleans Pelicans por 108-106 en la prórroga, con una canasta del propio Lowry.

Mate sobre Anthony Davis

Kyle Lowry fue elegido en el número 24 del draft de 2006. Fueron los Grizzlies quienes se hicieron con él, pero en tres años –lo que dura el contrato de novato– no terminó de convencer. Y tampoco llegó a cuajar en los Rockets. Aunque promedió más de 13 puntos en sus dos últimos años en Houston, acabó traspasado a los Raptors, por Gary Forbes y una futura elección de primera ronda del draft. Y en Toronto al fin explotó.

Y como Kyle Lowry, ante los Pelicans destacó Norman Powell, elegido en el puesto 46 del draft de 2015, con 18 puntos, 4 rebotes, dos tapones, y un matazo en la cara de todo un Anthony Davis, estrella de los Pelicans y número uno del draft de 2012. Los Pelicans firman un 19-30, duodécimos del Oeste.

El colmo de los robos es el de los temporeros. El último, el novato Yogi Ferrel. Los Mavs ganaron a los Cavs 104-97 con 19 tantos del base, en su segundo duelo en un contrato de 10 días.

Luol Deng, la voz de los refugiados

El alero de Los Angeles Lakers Luol Deng sabe lo que es tener que huir de su país. Nacido en Sudán del Sur, Deng huyó con su familia por la guerra civil en Sudán, estableciéndose en Egipto. Tras cinco años en Egipto, donde descubrió el baloncesto, Gran Bretaña le concedió la condición de refugiado político a su padre.

Por eso, el exjugador de Chicago y Miami alzó la voz contra la política migratoria del gobierno de Trump, y quiso erigirse en voz de los refugiados.

«Sé por experiencia que muchos refugiados no pueden hablar o ser escuchados. Todas estas personas viven cosas que no pueden controlar. Tener que ir fuera es muy difícil para todos, especialmente para las familias», recordó.

«Si realmente –Trump– quiere hacer frente a esta cuestión, tiene que fijarse en los hechos y distinguir el bien del mal. Por lo que yo sé, no he visto muchos refugiados que cometan actos terroristas en este país», protestó Luol Deng.GARA