GARA Euskal Herriko egunkaria

Difícil equilibrio en la elección de cargos de la Mancomunidad Vasca

La Mancomunidad Vasca ya ha elegido a los miembros de sus órganos de dirección. Lo hizo ayer en Baiona en su segunda reunión oficial en base a la propuesta presentada por el presidente Jean-René Etchegaray que concitó las protestas de algunos electos de Baionaldea, Hego Lapurdi y del interior. También decidió otras cuestiones como la de dotarse de la competencia optativa de política lingüística y cultura vasca y fijó las remuneraciones de los cargos.


La segunda sesión del Consejo de la Mancomunidad Vasca prometía ser más agitada que la constitutiva celebrada hace dos semanas y así fue. Aunque no hubo debates encendidos, la elección de los miembros de la Comisión Ejecutiva y de la Comisión Permanente reveló las diferencias políticas existentes y los recelos de los municipios más pequeños respecto a la representación que tendrán en dichos órganos.

La reunión, que tuvo lugar también esta vez en el auditorio de la facultad de Baiona, empezó bastante puntual con la presencia efectiva de 221 consejeros que con otros doce ausentes que habían delegado su voto, superaron con creces el quorum requerido, ya que de los 233 miembros oficiales, 231 participaron en las votaciones del apretado orden del día.

El presidente de la Mancomunidad Vasca (MV), Jean-René Etchegaray, explicó que había preparado sus propuestas de candidaturas, tanto para las vicepresidencias del Ejecutivo como para la composición de la Permanente, en base a los criterios del pacto de gobernanza aprobados en la primera reunión del Consejo, a saber: la representación demográfica y territorial de las diez manco- munidades extintas, que actualmente se han reconvertido en polos territoriales, sin poder decisional pero coadyuvantes para la aplicación y gestión cercana de las políticas de la MV.

Sin embargo, esa premisa fue cuestionada a lo largo de la votación de los cargos, incluso antes de proceder a la misma.

Socialistas descontentos

Los electos socialistas de la antigua ACBA (Baionaldea) Henri Etcheto, Guy Mondorge y Mathieu Bergé protestaron por la escasa representación prevista para la oposición en base a lo que habían podido conocer por las filtraciones en prensa. Lo tildaron de «vicio democrático que causa desconfianza», que consideraron «lamentable cuando se está iniciando la nueva institución», y denunciaron que no se conociesen ni los candidatos ni las funciones previstas para los componentes de dichas estructuras de dirección antes de elegirlos. Kotte Ezenarro manifestó su «decepción» por la suerte reservada al territorio de Hego Lapurdi y, en particular, «a su localidad más importante, Hendaia», donde es alcalde y añadió que los equilibrios demográficos se han buscado más en base a la tesitura política de Baiona y de su aglomeración.

Etchegaray rechazó de plano tales afirmaciones y aseguró que había conformado sus listas teniendo en cuenta las atribuciones de funciones que se realizarán más adelante, el equilibrio entre territorios y las competencias de los candidatos tras lo que se procedió a votar a los vicepresidentes que le acompañarán en la Ejecutiva.

Comisión Ejecutiva

Así, fueron elegidos por gran mayoría (una media del 96%) los diez vicepresidentes correspondientes a los polos territoriales: Peyuco Duhart, Paul Baudry, Roland Hirigoyen, Pascal Jocou, Dominique Boscq, Bernard Arrabit, Eric Narvais-Jauréguy, Maider Béhoteguy, Beñat Cachenaut y Claude Olive. No hubo sorpresas hasta llegada la votación del decimoprimer vicepresidente, Michel Veunac, alcalde de Biarritz, cuando su homólogo zuberotarra de Gotaine-Iribarne, Bernard Lougarot, presentó su candidatura aduciendo que no tenía «nada contra él» pero que optaba a la votación porque los municipios del interior apenas tendrían delegados en la dirección. Repitió el envite frente a las electas bayonesas, Martine Bisauta y Sylvie Durruty, pero no fue elegido aunque obtuvo el apoyo del 34% de los consejeros lo que denota la desconfianza existente entre algunos electos del interior respecto a ver relegados sus territorios a un segundo plano por los de la costa.

Alain Iriart y Michel Etchebest completaron la lista de los 15 vicepresidentes, que junto a otros nueve miembros de la Permanente, que serán nombrados posteriormente, conformarán la Ejecutiva de la MV.

Comisión Permanente

Para la composición de la Comisión Permanente Etchegaray fue presentando los candidatos por orden alfabético y por polos. El electo angeluarra del PS, Guy Mondorge, se enfrentó sistemáticamente a todos los de la ex ACBA, pero sin éxito. También hubo otros candidatos alternativos, pero solo dos resultaron elegidos. Se trata del consejero biarrota Max Brisson, que eliminó a su correlegionario municipal Guy Lafite, y de Jean-Claude Iriart, concejal abertzale de Baiona, a quien prefirieron por mayoría absoluta frente al electo también de la capital labortana, Philippe Neys.

Como dato curioso, lo ocurrido con la concejala de Republicains de Biarritz, Nathalie Motsch, que propuso su candidatura frente a Guillaume Barucq y Guy Mondorge después de constatar «con tristeza» la falta evidente de un intento de paridad entre electos hombres y mujeres. El presidente Etchegaray le comunicó que tenía previsto presentarla como candidata, extremo que la propia Motsch desconocía por lo que, finalmente, no se enfrentó a los dos candidatos citados. Resultó elegida más tarde pero, con todo, es de resaltar que de los 69 miembros que componen la Permanente, solo 12 (incluidas las tres que, además, formarán parte de la Ejecutiva) son mujeres. Un 17% que queda muy lejos del 25 o 30% demandado desde los colectivos feministas como «signo positivo» hacia una representación más equilibrada también en este ámbito.

En cuanto a los abertzales, entre electos de EH Bai y PNB, ocho tendrán cargos (dos de ellos también en la Ejecutiva) en la Comisión Permanente.

Se dota de la competencia de política lingüística

Como ya lo anunciaran en la fase de diseño de la Comisión Dinamizadora para la puesta en marcha de la Mancomunidad Vasca, la nueva institución ha deseado dotarse desde el principio de su andadura de la competencia facultativa para gestionar la política lingüística del euskara y de la cultura vasca. Los municipios no se verán desposeídos de dicha competencia puesto que podrán desarrollar sus propias políticas, pero habrá una global por parte de la Mancomunidad Vasca.

Etchegaray presentó la deliberación y dejó en manos de Jean-Claude Iriart, presidente del Sindicato Intermunicipal para el Euskara y la Cultura vasca, completar las razones por las que consideran necesario asumir dicha competencia. Así, recordó el «riesgo de desaparición en las próximas generaciones» que corre el euskara y la labor de acicate que debe abordar la MV en órganos como la Oficina Pública del Euskara, del Instituto Cultural Vasco y, por supuesto, en los propios municipios.

«Estos deberán ratificar cuanto antes esta deliberación en sus respectivos plenos para que el prefecto proceda a adoptar el decreto correspondiente que permitirá que la MV cuenta con esa competencia y comenzar a definir los contenidos de nuestra política lingüística y cultural» aclaró.

La propuesta fue adoptada prácticamente por unanimidad.

El concejal angeluarra Guy Mondorge pidió el mismo tratamiento para «la otra lengua de nuestro territorio, el gascón-occitano», y avanzó algunas propuestas para la puesta en marcha de una política lingüística. El presidente se comprometió a plantear la cuestión en próximas sesiones una vez definido un plan de acción.A.M.

Las remuneraciones de los cargos aprobadas por mayoría

Otro de los puntos tratados ayer fue el de fijar las remuneraciones de los cargos de la MV. Etchegaray precisó que había retocado su primera propuesta de repartición de las partidas en base a las labores a realizar en función de los cargos, de los topes que establece la ley y de los otros quehaceres institucionales que deben asumir ciertos consejeros. Así, ajustó a la baja su propia remuneración (3.847 euros/mes) para repartir el diferencial entre los vicepresidentes (1.962 euros), los otros miembros del Ejecutivo (1.570 euros) y fijó en 230 euros las del resto de consejeros sin función específica, lo que eleva el monto mensual a 95.430 euros.

La consejera uztariztarra de EH Bai, Françoise Gallois, incidió en el elevado coste de la partida de los consejeros sin función específica, que supera los 576.000 euros anuales, lo que estimó «injustificado», proponiendo un sistema de dietas por desplazamientos. También abogó por la abstención pero el 95% de la asamblea aprobó la propuesta oficial.A.M.