Alberto PRADILLA
MADRID

La defensa de Majarenas pide su libertad otra vez por no ampliarse las visitas

El auto del titular del juzgado central de Vigilancia Penitenciaria que instaba a permitir que Sara Majarenas pueda ver más a su hija Izar no se está cumpliendo. Su defensa vuelve a pedir que sea excarcelada.

La defensa de Sara Majarenas reclamó ayer nuevamente la libertad de la presa vasca para que pueda cuidar a su hija Izar, gravemente herida tras ser acuchillada por su padre. Lo reclamarán con un recurso ante la sección tercera de la Audiencia Nacional española, que el viernes ya rechazó excarcelar a la presa donostiarra argumentando que un auto emitido el jueves por el titular del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, avalaba la ampliación de las visitas. Ayer, tras constatar que la dirección de la cárcel de Picassent, donde se encuentra Majarenas, no habían cambiado su criterio, presentaron dos alegaciones: una ante el tribunal especial, a quien reclaman la libertad, y otra ante Castro, a quien le instan a posicionarse sobre el incumplimiento de su auto.

Hasta el momento, y después de la agresión machista, perpetrada el 15 de enero, Majarenas podía ver a su hija una hora cada dos días. Ahora, y pese al auto de Castro, se le permiten dos horas cada dos días. Es decir, la ampliación es casi imperceptible, ya que el traslado desde la cárcel hasta el hospital La Paz de Valencia tarda una hora. Y eso que el magistrado abogaba por ampliar el contacto todo lo posible, tanto para atender a los derechos de la menor como para «no victimizar» más a la madre. Ante el incumplimiento de lo planteado por el juzgado de Vigilancia Penitenciaria, los abogados de Majarenas reclaman ante la Audiencia Nacional la libertad de la presa vasca.

Majarenas ha cumplido 12 de los 13 años a los que fue condenada. El brutal ataque ha multiplicado las demandas para que sea puesta en libertad y pueda cuidar a su hija Izar.