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BOBADAS ALPINAS

Piano, piano...


Las grandes cimas del mundo, al menos las más famosas, parecen atraer como un imán, que digo como un imán, más bien con la fuerza de las atracciones intramoleculares, a cierto tipo de personas ciertamente peculiares. Así, el francés Philippe Génin se está especializando en tocar algún tema pegadizo con su teclado Yamaha NP12 (algo más de cuatro kilos) en diversas montañas del planeta. Hasta ahora lo ha hecho en la Aguja du Moine (3412m), la Barre des Écrins (4102m) el Cervino (4478m) y recientemente en el Aconcagua, en cuya cima y ante una cincuentena de personas ha tocado, entre otras piezas, “Imagine” de John Lennon, “Quelques mots d´amour” de Michel Berger y “All you need is love” de los Beatles. Declara disfrutar con esta su aportación de «un mensaje de fraternidad, paz, amor y respeto al medio ambiente». Y no se va a quedar aquí pues pretende, cual vecino intrusivo de portal, tocar en lo alto del Denali, y en el Cho Oyu, siguiendo un recorrido cimero clásico de todos aquellos que aspiran, como no, a pisar la cumbre del Everest, donde pretende, al parecer, culminar su carrera pianística. Hemos de suponer que las piezas musicales serán de más fácil ejecución según va disminuyendo el oxígeno y quizás susceptibles de ser tocadas con guantes o manoplas, a no ser que tenga la suerte de cara y el viento suave y de espalda. Lo malo de este tipo de progresión es que acaba uno al final quedándose sin objetivos (o sin dedos). Ya se le ocurrirá algo.