El Parlamento navarro dio ayer un nuevo paso para derogar la Ley de Símbolos de 2003 aprobada a instancias de Miguel Sanz, tras admitir la Mesa y Junta de Portavoces la propuesta presentada por el tetrapartito, que se debatirá en lectura única.

Koldo Martínez (Geroa Bai) destacó que esta ley es «represiva y sancionadora», por lo que es necesario que sea derogada.

En una línea similar, Adolfo Araiz (EH Bildu) subrayó que tiene como objetivo imponer unos símbolos y prohibir otros en los ayuntamientos. Junto a ello, subrayó que «los símbolos de Navarra no desaparecerán, como dicen algunos» y recordó que la actual bandera fue diseñada en 1910 por Hermilio de Olóriz, Arturo Campión y Juan Iturralde y Suit.

«Lo que estamos dando es un paso para que haya libertad para poner otros símbolos», añadió Araiz.

Laura Pérez (Podemos-Ahal Dugu) destacó que «no nos preocupa si se coloca una ikurriña o no, sino que se haga una guerra de banderas y se hurte el debate», por lo que abogó por una nueva ley inclusiva, mientras que José Miguel Nuin (I-E) defendió que se derogue una norma que prohíbe y sanciona, «lo que es un mal camino en una comunidad plural».

El portavoz de UPN, Javier Esparza, volvió a recurrir al tremendismo al proclamar que la derogación de la norma sancionadora es «un desprecio a lo que nos une a todos los navarros».

A pesar de que la derogación ha sido impulsada por los cuatro partidos, Esparza arremetió contra la lehendakari Uxue Barkos, a quien le pidió que no vote a favor de esta propuesta. «Sin su voto no se aprueba. Sea la presidenta de todos».