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Champions League

Demasiado rival para el Nápoles

Al equipo que está asombrando en la Liga italiana le queda todavía camino para afrontar con garantías una cita en el Bernabéu.


REAL MADRID 3

NÁPOLES 1


Se presentaba en Madrid uno de tantos equipos que deslumbran en otros lares y que esperan seguir haciéndolo tras el paso por este campo. Así llegó el Nápoles y se fue como la gran mayoría, con el rabo entre las piernas y con solo un milagro al que aferrarse para llegar a cuartos.

Visto el sopapo que su eterno rival recibió la víspera en París, el Real Madrid salió con la máxima intensidad. Se trataba de aprovechar la congoja que produce de primeras el Santiago Bernabéu. Cristiano, Benzema y James asediaron la portería de Reina. Fueron seis minutos infernales para un Nápoles que no hacía más que achicar balones. Sin embargo, una de estas desesperadas salidas de su terreno se convirtió en un contragolpe que pilló a la defensa madridista adelantada, lo que aprovechó Insigne para colarse y marcar un soberbio gol desde el otro confín del mundo que también pilló a Navas descolocado. El madridismo quedó mudo.

A los de Zidane no le quedaba otra que mandar a los suyos a la carga. A falta de un patrón de juego definido, el Madrid optó por atacar a la brava. Cristiano y, sobre todo, Benzema se hincharon a fallar ocasiones, hasta que el francés conectó bien uno de sus cabezazos y puso el empate que hacía justicia a lo que se estaba viendo. Tras la igualada se templaron los ánimos y el Nápoles se dedicó a tratar de controlar el juego y el Madrid a sacar rédito de su pegada. Lo de siempre. Y así se llegó al descanso, con los italianos aun vivos.

Golazo de Casemiro

Tras el descanso, mismo derroteros, unos a controlar y otros a atacar. La estrategia les salió bien a los de casa que, en menos de diez minutos, acertaron con sendos disparos lejanos de Kroos y Casemiro –la volea del brasileño es para verla repetida muchas veces– y dejaron encarrilada la eliminatoria.

“Este cuento se acabó” debieron de pensar los jugadores del Real Madrid y se echaron a dormir, que es lo que suelen hacer en la Liga y no les va tan mal. Fueron algunos minutos de ilusión para el Nápoles. Sin embargo, parece que Zidane les recordó que esto es la Champions, que hay partido de vuelta y que, estando como estaban casi a las puertas de cuartos de final, no podían dejar resucitar al equipo italiano. Así lo hicieron y se lo tomaron en serio hasta el final.