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Los sindicatos no aceptan más recortes en Osakidetza

Las centrales Satse, ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK se movilizaron ayer en Bilbo, Donostia y Gasteiz para denunciar el proceso de privatizaciones de Osakidetza. El Gobierno de Iñigo Urkullu respondió asegurando que no se va a externalizar ningún otro servicio.


Los principales sindicatos de la sanidad pública de la CAV –Satse, ELA, LAB, CCOO, UGT y ESK– realizaron ayer concentraciones conjuntas en Gasteiz, Bilbo y Donostia para protestar por lo que consideran un «descaro» en el proceso de privatizaciones dentro de Osakidetza.

Con estas protestas frente a las tres delegaciones territoriales del Departamento de Salud iniciaron una nueva ronda de movilizaciones y anunciaron que incrementarán su intensidad si Osakidetza no modifica su postura.

Entre sus quejas está la privatización de los servicios de lavandería y cocina del Hospital de Urduliz, del de la lavandería de Leza y la intención de externalizar el servicio informático general. También rechazaron que en el futuro Hospital de Eibar se pretenda hacer una gestión privada de servicios como la rehabilitación.

Las organizaciones sindicales confirmaron que las próximas movilizaciones se harán en los puestos de trabajo el 7 de marzo. La intención es llevar a cabo dos actos de este tipo al mes.

Durante las protestas de ayer, trabajadoras y trabajadores corearon eslóganes como «Darpón dimisión» o «La sanidad se defiende, no se vende». Manifestaron también que «la salud no es un negocio» y reclamaron a la dirección de Osakidetza que cumpla el «compromiso» que adquirió con los sindicatos de «no privatizar los servicios públicos». Incidieron en que en Osakidetza «la privatización avanza lentamente, pero avanza», y que está afectando a servicios como lavandería, cocina y mantenimiento de centros.

Respuesta de Lakua

La respuesta del Gobierno de Lakua no se hizo esperar y, a través de un comunicado de prensa, de nuevo acusó a los sindicatos de «distorsionar la verdadera imagen» del sistema sanitario público y de sus profesionales, asegurando que es «falso, y los representantes sindicales lo saben, que se vaya a externalizar ningún otro servicio».

En la nota remitida a los medios por el Departamento de Salud, este indicó a los sindicatos que Osakidetza «no ha modificado ni modificará su modelo de gestión». «Osakidetza es un logro de la sociedad vasca y seguirá siendo un sistema sanitario público, universal y de calidad», subrayó. Subrayó también que «ningún hospital comarcal de Osakidetza presta con sus propios recursos los servicios de lavandería, cocina y limpieza», con el argumento de que «no tiene sentido que un centro sanitario se dedique a gestionar servicios que empresas especializadas realizan con profesionalidad y a un coste más bajo».

El Departamento de Salud da por hecho que el objetivo que se esconde tras las protestas sindicales «no es otro que incrementar el número de funcionarios públicos y, en consecuencia, el número de delegados sindicales». Haciendo caso omiso de las reivindicaciones expresadas por las centrales, les instó a que digan «alto y claro cuáles son sus verdaderos propósitos».

Se cumplen 100 jornadas de huelga en las residencias

Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia cumplieron ayer 100 jornadas de huelga desde que se inició el conflicto hace más de un año. En este contexto, el secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, afirmó que el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, confía en que el conflicto va a acabar por el «cansancio de las mujeres», pero advirtió de que estas van a seguir luchando porque tienen «la oportunidad de ganar un convenio digno». Muñoz reiteró que este conflicto tiene «cara de mujer» y que, precisamente, la solución «no es una prioridad para las instituciones porque está protagonizando por mujeres», que reivindican un sueldo mensual de 1.200 euros y mejoras en los ratios para el cuidado de las personas dependientes. «No es maximalista intentar llevarse 1.200 euros a casa», subrayó.

La Diputación de Bizkaia, por su parte, instó a las empresas y a las trabajadoras del sector a «sentarse a una mesa» para intentar «llegar a un acuerdo» y aseguró que está «trabajando para que pueda haber una solución». GARA