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El desalojo de la Escuela de Ingeniería de Bilbo genera tensión en la UPV-EHU

El desalojo por parte de la Ertzaintza de 200 estudiantes que participaban en la Escuela de Ingeniería de Bilbo en la Herri Unibertsitatea provocó ayer numerosas y encontradas reacciones en la UPV-EHU.


La Herri Unibertsitatea que se iba a desarrollar hasta ayer en la Escuela de Ingeniería de Bilbo no concluyó bien. Lo tuvo que hacer en Karmela, en Santutxu, tras el desalojo que tuvo lugar de madrugada por la Brigada Móvil de la Ertzaintza.

Los organizadores de la iniciativa habían pactado unas condiciones de uso de las instalaciones, que no se cumplieron, lo que derivó en una amenaza de desalojo. Antes, cuatro vicerrectores de la UPV-EHU y el propio director de la Escuela había tratado de negociar. No fue posible. Entrada la noche, un centenar de estudiantes accedieron al tejado del centro, de donde finalmente descendieron tras la llegada de un importante operativo de la Policía autonómica con bomberos incluidos, que desalojó el edificio e identificó a 203 personas de madrugada.

La UPV-EHU aseguró que los alumnos habían «incumplido sistemáticamente» las condiciones establecidas con anterioridad, con una solicitud nominal de espacios, uso de las aulas establecidas, un número máximo de personas que iban a pernoctar y la no utilización de bombonas para cocinar por razones de seguridad. Por ello, se les conminó a abandonar el centro y fue cuando los estudiantes se «atrincheraron» y se solicitó la presencia de la Ertzaintza para desalojarles.

La rectora anunció la presentación de una denuncia por los «graves daños», asegurando que se rompieron puertas, cristales y máquinas expendedoras. Nekane Balluerka advirtió que este tipo de conductas «no tienen cabida» en la universidad.

Desde el Consejo de Estudiantes de la Escuela reprocharon a los organizadores de la Herri Unibertsitatea «no haber cumplido lo negociado» y de haber generado daños en despachos, aulas de investigación y mobiliario por valor de 15.000 euros. «Estos actos vandálicos están completamente fuera de lugar, no ya solo por los métodos empleados, sino porque, ni siquiera, llegaron al mínimo de informar sobre sus reivindicaciones al resto de alumnado», dijeron.

LAB hizo un llamamiento a estudiantes y cargos universitarios a que «intenten encontrar una solución de un modo dialogado y consensuado a las diferencias y opiniones contradictorias que puedan surgir en el día a día de la UPV-EHU».