GARA
washington

Trump asume «errores» en la comunicación de su plan migratorio

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha atribuido el rechazo que suscitan sus planes sobre migración a «errores en la comunicación» de los objetivos que quería conseguir con el decreto firmado en enero y asume que «quizás es mi culpa».

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió, en una entrevista con la cadena Fox, en que su objetivo es impedir que «los malos» entren al país. «Bandidos, contrabandistas y, en algunos casos, asesinos», advirtió Trump, que repitió el argumentario usado desde su llegada a la Casa Blanca.

Trump atribuyó el rechazo a su política a errores a nivel comunicativo. «Quizás es mi culpa», apuntó en relación a las dudas sobre la eficacia y aplicación de la orden ejecutiva que paralizaba el programa de acogida de refugiados e impedía la entrada a EEUU de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. El plan quedó paralizado por orden de un tribunal. El presidente puso a la comunicación de su Administración una nota de «C» o «C+», equivalente a un suficiente, pero se concedió un sobresaliente en materia de logros y una matrícula de honor por los esfuerzos realizados.

Discurso en el Congreso

Trump defendió ayer por la noche (madrugada en Euskal Herria) ante congresistas y jueces del Tribunal Supremo su política de cierre de fronteras en un discurso solemne en la Cámara de Representantes. El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, avanzó que el discurso versaría sobre «la renovación de espíritu estadounidense».

El presidente debía también aclarar cómo financiará todos sus compromisos presupuestarios, incluida la reducción masiva de impuestos, así como el programa sanitario con el que quiere sustituir al Obamacare y la renegociación de los acuerdos comerciales internacionales.

Igualmente, deberá explicar su propuesta para aumentar en 54.000 millones de dólares el gasto de Defensa, a costa de recortes en la ayuda internacional o en las acciones diplomáticas.

Aun con esos ajustes, no parece fácil llegar a la cifra prometida, por lo que el presidente dice confiar en un crecimiento económico mayor. «Estamos probablemente un poco por encima del 1%, si puedo hacer pasar esa cifra al 3% será otra historia», aseguró ayer.

«Gastamos 6.000 millones de dólares en Oriente Medio y tenemos baches por todas partes en nuestras carreteras y autopistas», afirmó. Pero más de 120 generales y almirantes retirados de los dos más altos rangos de las Fuerzas Armadas han enviado una carta a los líderes del Senado y de la Cámara de Representantes para emplazarles a garantizar que el presupuesto en política exterior se mantiene al nivel necesario para contar el apoyo de «socios civiles fuertes» y afrontar las «crecientes amenazas globales». A su juicio, «muchas de las crisis que nuestra nación afronta no tienen solo soluciones militares». Así, creen necesaria una mayor inversión en política exterior para evitar el gasto en munición en casos como la confrontación con el Estado Islámico «la prevención de pandemias como el ébola y la estabilización de estados frágiles y débiles».

En el partido republicano tampoco hay unanimidad sobre las políticas de la Casa Blanca. Así, muchos electos dudan sobre el desmantelamiento de un sistema de salud que ayuda a millones de sus electores sin nada que lo reemplace.

El presidente y varios altos cargos de EEUU reciben al más alto diplomático chino

El presidente de EEUU, Donald Trump, mantuvo ayer un encuentro con el consejero de Estado chino, Yang Jiechi, arquitecto de la política exterior del gigante asiático, en su primer contacto cara a cara con un alto funcionario de ese país.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, explicó que Yang saludó al presidente de manera informal después de mantener un encuentro con el asesor de seguridad nacional, H.R. McMaster; el asesor presidencial, Jared Kusher (yerno de Trump); y el estratega jefe, Steve Bannon.

Yang y los altos cargos estadounidenses abordaron «intereses compartidos en seguridad nacional», de acuerdo con Spicer.

«Fue una oportunidad para empezar un diálogo», añadió. El consejero de Estado chino viajó a Washington invitado por la Casa Blanca después de que Trump renunciase a reconocer diplomáticamente a Taiwán. GARA