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BUDAPEST

Hungría reinstaura la detención sistemática de solicitantes de asilo

El Parlamento húngaro aprobó ayer por mayoría la detención sistemática en centros cerrados de todos los solicitantes de asilo, incluidos menores, hasta que se resuelva su petición. La nueva ley se aplicará tanto a los recién llegados como a quienes llevan tiempo en el país. En 2013 tuvo que retirar una medida similar por presión de la UE y la ONU.

La mayoría absoluta con la que cuenta en el Parlamento le ha permitido al Gobierno de Viktor Orban aprobar una controvertida ley que posibilita la detención en centros cerrados de los solicitantes de asilo hasta que se resuelva su petición. Hasta la fecha sólo ha admitido 425 solicitudes de asilo.

En 2013 el Ejecutivo se vio forzado, por presiones de la Unión Europea, ACNUR y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, a suspender la detención sistemática de los migrantes.

La nueva ley, adoptada ayer en el Parlamento con 138 votos a favor, 6 en contra y 22 abstenciones, establece que los refugiados, incluidos los menores de edad, serán trasladados a «zonas de tránsito» en las fronteras con Serbia y Croacia, donde permanecerán retenidos en contenedores habilitados para ello a la espera de una decisión definitiva sobre su solicitud de asilo. En caso de que ésta sea rechazada, sólo tendrán la posibilidad de regresar a Serbia. Pese a que actualmente, según estimaciones de diferentes ONG, en Hungría apenas se han tramitado 400 solicitudes de asilo, el Gobierno ha prolongado hasta setiembre el «estado de alerta» migratoria.

El Gobierno permite que 25 personas entreguen cada día sus solicitudes de asilo en las zonas de tránsito. Después de hacerlo la mayoría sigue su camino a otros países de la UE sin esperar al resultado de sus solicitudes. Varias ONG pidieron el lunes en un comunicado conjunto a los diputados que no aprobasen la ley, porque es «contraria a las obligaciones internacionales de Hungría». Amnistía Internacional y el Comité Helsinki, entre otras, denunciaron que esta normativa niega protección infantil a los menores de entre 14 y 18 años, algo «sin precedentes en Europa», ya que tendrán que esperar detenidos en las llamadas «zonas de tránsito».

Advirtieron de que esas largas detenciones tendrán un impacto muy negativo en los refugiados, y pidieron tener en cuenta que llegan a la frontera en un pésimo estado síquico.

El primer ministro húngaro, contrario a la inmigración y las políticas de la UE en esta materia, aseguró ayer durante un acto de graduación de guardias fronterizos que «las fronteras (de Hungría) están bajo asedio» y que la disminución del número de refugiados que llegan a las lindes magiares «es sólo temporal». En su opinión, «la emigración es el caballo de Troya del terrorismo» y sostuvo que «centenares de miles de personas están planeando partir hacia Europa». Criticó duramente a Bruselas, al asegurar que Hungría no puede contar «con la UE en la defensa de las fronteras, ya que hace más difícil el trabajo».

El Gobierno anunció la semana pasada que ya ha comenzado la construcción de una nueva valla en la frontera con Serbia, sellada con una primera barrera en setiembre de 2015.

ACNUR alerta del impacto sicológico que tendrá esta nueva medida

La portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Cécile Pouilly, denunció que esta nueva legislación «viola las obligaciones de Hungría con respecto al derecho internacional y las normas de la UE».

Advirtió que detener a los solicitantes de asilo en contenedores rodeados de altas alambradas por prolongados periodos tendrá «terribles efectos sicológicos y físicos en mujeres, niños y hombres que ya han experimentado grandes sufrimientos».GARA