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Berlín apela a la amistad con Turquía para intentar desactivar la crisis

Turquía acogió con frialdad el intento del ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel de desactivar la crisis entre ambos países por la prohibición de mítines sobre el referéndum turco de reforma constitucional, mientras el veto se extiende a otros países europeos.


«No hay alternativa al diálogo, esta es la única forma, paso a paso, de poder volver a una relación normal de amistad entre los alemanes y los turcos», afirmó el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, al término de un encuentro con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu. Pero el recelo persiste y el ministro turco, que habló por separado, acogió con frialdad las palabras de Gabriel y dijo que le corresponde a «Alemania decidir si es amiga o no» de Turquía.

Como ya hiciera la víspera, Cavusoglu consideró que Alemania intenta inferir en asuntos turcos tras la prohibición en una semana de cuatro mítines a favor del «sí» en el referéndum del 16 de abril para reforzar los poderes del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Aunque Sigmar Gabriel quiso tender la mano a Ankara, también amonestó a las autoridades turcas –y ante todo a Erdogan– que acusaron a Alemania de recurrir a métodos de los «nazis».

«Dejé claro una vez más que las comparaciones con la época nazi y las invectivas sobre la democracia y los derechos humanos en Alemania deben proscribirse», dijo Gabriel. En otros países de Europa, también se está extendiendo el rechazo a los mítines. El cantón suizo de Zúrich declaró que la visita de Cavusoglu prevista este domingo no era bienvenida y pidió al Gobierno federal helvético que tomara medidas para que el evento no tenga lugar. También la ciudad neerlandesa de Róterdam anunció otra anulación de un evento con Cavusoglu. Ankara considera que la anulación sucesiva de manifestaciones en Alemania y en otros países europeos como un intento para favorecer el «no» a Erdogan, mientras Berlín niega la injerencia y achaca las prohibiciones decisiones de las autoridades locales por motivos de seguridad o de logística. Esta polémica entre Ankara y Berlín se añade a la denuncia pro parte de Alemania del arresto la semana pasada del corresponsal germano-turco Deniz Yücel, acusado de «propaganda terrorista». Gabriel exigió a Turquía que respete los principios de un proceso justo y la puesta en libertad de Yücel y de otros periodistas encarcelados.