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El Parlamento da luz verde a las incorporaciones a la «zona mixta»

El Parlamento navarro tomó ayer en consideración la iniciativa para permitir que los municipios que lo soliciten pasen de la «zona no vascófona» a la «mixta». Geroa Bai, EH Bildu y Podemos pidieron ir más lejos y acabar con la zonificación, lo que I-E no comparte.


El Parlamento navarro aprobó ayer la toma en consideración de la proposición de ley que permitirá a los municipios que actualmente se encuentran en la llamada «zona no vascófona» incorporarse a «la mixta». Los cuatro partidos que sostienen al Gobierno (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E) apoyaron la propuesta, mientras el tripartito de la oposición (UPN, PSN y PP) se opuso tras realizar un discurso apocalíptico en el que llegaron a cuestionar la legitimidad de los plenos de los ayuntamientos para plantear esta cuestión.

Unai Hualde (Geroa Bai) fue el encargado de defender la propuesta, destacando que es un «paso pequeño pero importante» y subrayando que lo necesario sería superar la zonificación impuesta por la Ley del Vascuence. Recordó que son 24 los ayuntamientos (entre ellos Tafalla y Zangoza) los que han mostrado su voluntad de pasar a integrar la «zona mixta».

Dabid Anaut (EH Bildu) destacó que la actual Ley del Vascuence no satisface ni a la ciudadanía ni a los ayuntamientos y recordó que en las mociones aprobadas en los municipios se solicita la supresión de la zonificación. Solo en el caso de que este primer objetivo no sea posible, se reclama su integración en la zona mixta.

Por ello, Anaut lamentó que los cuatro partidos que sostienen el Cambio no hayan sido capaces de alcanzar un acuerdo para superar la Ley del Vascuence, que se remonta a 1986.

Laura Pérez (Podemos) también criticó la Ley del Vascuence, porque mantiene una situación de conculcación de derechos, y subrayó que el cambio de norma al que ayer se dio luz verde «se queda corto». Por ello, instó a los ayuntamientos a dar un paso más y reclamar su integración en la zona vascófona para poder disfrutar de los derechos que les corresponden.

José Miguel Nuin (I-E) se mostró favorable a la iniciativa, pero advirtió de que la política lingüística debe tener en cuenta la diferente realidad de las zonas de Nafarroa.

La oposición volvió a recurrir al tremendismo. Carlos García Adanero (UPN) enmarcó la propuesta en un intento de «imponer el euskara como instrumento fundamental para la construcción nacional de Euskal Herria» y preguntó si se respetaría la voluntad de los municipios si, en un hipotética caso, solicitasen pasar de la «zona mixta» a la «no vascófona».

Inma Jurío (PSN) rechazó que las mociones aprobadas en los plenos municipales reflejen la voluntad de los vecinos de esas localidades y lanzó la sospecha de que fueron los partidos que sostienen al Gobierno quienes instaron a los ediles a que las aprobasen.

Ana Beltrán (PP) defendió la tesis de que «la mayoría de los navarros no quiere que el euskara se oficial en Navarra y por eso no lo ha aprendido».