Txomin Juaristi (Markina Xemein, 1995) fue el amateur vasco más destacado el domingo tras lograr el segundo podio de la temporada en Gorla tras el de Ereño. Eso le permite colocarse quinto en la general del Lehendakari, pero deja claro a GARA que «mi objetivo es ganar cuantas más carreras posibles y ser regular. Si cae el Lehendakari por chiripa bienvenido sea, pero no me he puesto el objetivo de ganarlo. Es mejor ganar carreras que ganar el Lehendakari».

Por eso renunciará a buscar puntos el sábado en Zornotza para centrarse el domingo en el Balenziaga: «Corro cerca de casa, mi padre es de Eibar, mis abuelos vivieron ahí siempre, he tenido mucha relación con Arrate y me da un plus de motivación correr esa carrera. Es dura, bonita, conozco las carreteras muy bien y me parece la prueba más bonita del calendario. Al ser Copa de España corren élites y hay un gran nivel y es difícil ganar, pero una carrera como ésta es el sueño de todo ciclista y para mí todavía más».

Hasta ahora se ha centrado en el calendario vasco, solo corrió y abandonó en Aiztondo, porque «las carreras de la Copa de España nunca me han venido bien y prefiero correr aquí sabiendo que puedo hacer algo más que en Copa de España, que es muy difícil y no es mi territorio».

Empezó tarde con Iosu Angoitia

El de Juaristi es un caso atípico porque comenzó en el ciclismo en cadetes de segundo año, tras practicar cesta punta y fútbol para acompañar a Iosu Angoitia, de su cuadrilla. Juntos corrieron en Berango como cadetes.

Iosu Angoitia apuntaba una mayor proyección, pero el año pasado dejó el ciclismo. «Casi todos los días me entrenaba con él, un buen amigo y un buen ciclista. Su padre Sabino también me ha ayudado mucho, pero cuando le vi desmotivado antes de seguir sin ganas es mejor dejar. Es una pena, pero la bici te puede quemar mucho. Implica mucho sacrificio. Dejas muchas cosas como estar con tus amigos en verano. A las noches salen y tienes que quedarte en casa. Si no tienes resultados, pierdes la motivación y lo dejas».

Así tuvo que cambiar de compañía de entrenamientos y se juntó con la grupeta de aficionados de Gernika., que «son gente de diez. Hay un ambiente muy bueno y les agradezco que me dejen compartir kilómetros con ellos, que soy un extranjero».

El año pasado ganó en Antzuola en su primer Top 10 en su tercera temporada amateur: «Entré en la fuga, fui el más listo y eso me dio la victoria. En los tres primeros años me ha costado destacar. Este he visto que puedo andar adelante. He acabado el segundo año de Grado Superior de Deporte y he podido centrarme en la bici. Hasta este año todo el día hacía deporte y llegaba a casa muerto y me faltaba frescura para entrenarme y en las carreras. Ahora me noto bastante más descansado y más centrado. Este deporte requiere mucho tiempo».

Su progresión la confirmó el domingo con su tercer puesto en una cita especial como la de Gorla, donde estuvo al nivel de los mejores. El Balenziaga y Bidasoa son sus objetivos y como ciclista destaca que «menos en el sprint, me defiendo bastante bien en todo. Subo muy bien y en el llano me defiendo. Si sigo así puedo llegar a profesionales. Aunque no me obsesiono, quiero disfrutar y ganar carreras para tener esa oportunidad».

Corredor fiel al Baqué y a Javier García

Juaristi es un corredor fiel al Baqué y a Javier García, con el que está desde que empezó en cadetes: «En Baqué todos han confiado en mí siempre, es como una familia, como mis padres, y abandonar a mi familia no me parece muy bien. Me han llamado otros equipos, pero soy de Baqué». No le importa que en otro lugar podía tener más ayuda: «Hace dos años tuvimos un buenísimo equipo, pero al final la carrera te deja en tu sitio. A veces te gustaría tener un equipo mejor, pero a parte del equipo está la ayuda psicológica, la confianza de los directores y auxiliares, de todos. Siempre he estado a gustísimo con ellos y no me puedo quejar de nada».

Eso tiene la ventaja de ser líder: «Hemos destacado Lucho y yo, hemos conseguido terceros puestos, pero tenemos un equipo variado que podrá disputar carreras con diferente gente y, si me toca trabajar para un compañero, no tendré ningún problema. Los demás se dejan la piel por mí y eso hay que devolverlo».J.I.