Después de que durante marzo se celebraran cuatro reuniones negociadoras sin llegar a un consenso entre la representación sindical y la empresarial, el día 31, cuando estaba a punto de expirar y decaer el convenio anterior, LAB y ELA firmaron un preacuerdo que lo renueva; UGT también lo suscribió.

Las dos centrales abertzales, que son mayoría también en la mesa negociadora, resaltaron ayer que han estado «tirando del carro hasta el último minuto para que el acuerdo fuera posible». Recordaron que el anterior acuerdo fue suscrito por UGT y CCOO para el periodo 2012-2015, señalando que lo hicieron «recortando la antigüedad, aumentado la flexibilidad y con un incremento del un 1% para toda su vigencia, dejando el convenio ‘clínicamente muerto’».

LAB y ELA indicaron que el nuevo convenio, que tendrá una vigencia de tres años (2016-2018) y será revisado para que no haya pérdida de poder adquisitivo, garantiza incrementos del 2% para el año pasado y para este y del 2,25% para el próximo.

«Son incrementos reales que se aplicarán en tablas para todas las trabajadoras y trabajadores. A partir de 2017 –añadieron–, se ha pactado un salario mínimo de 1.000 euros netos en 15 pagas, (hasta el momento cuatro categorías –las de oficial de 3ª, oficial de 2ª, especialista y peón no los alcanzaban–)».