GARA
parís

Expertos creen muy improbable la tesis de Rusia sobre el gas tóxico en Siria

La tesis defendida por Rusia de que un bombardeo sirio pudo alcanzar un almacén de armas químicas de los rebeldes y causar la matanza de Jan Sheijun fue considerada «muy improbable» por expertos.

Varios expertos en armas químicas apuntan a que las víctimas del supuesto ataque químico en la ciudad siria de Jan Sheijun –que causó 86 muertos, treinta de ellos niños, y más de 160 heridos– no pudieron haber sido provocadas por la explosión accidental, tras un bombardeo aéreo, de un almacén de productos o armas químicas, como explicaba la tesis del Ejército ruso. Según Moscú, la aviación siria atacó el martes un almacén de los rebeldes, que contenía sustancias tóxicas, y al explotar, éstas pudieron haberse diseminado en la atmósfera.

Para Olivier Lepick, investigador asociado a la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS), especialista en armas nucleares, radiológicas, biológicas y químicas, «es completamente inverosímil». A su juicio, la fuerte diseminación en la atmósfera de un agente mortal, como se constató en Jan Sheijun, constituyó una «aerosolización», una eficacia máxima en su difusión, y «es la marca de un arma química de calidad militar, que no se puede dar durante una explosión accidental».

Hamish de Bretton-Gordon, coronel retirado, exjefe de la unidad británica NRBC, que dirige ahora la ONG Doctors Under Fire, también estima «más bien inverosímil» la explicación dada por Moscú. «Si explotas un depósito de gas sarín, lo destruyes. La hipótesis de que una reserva de sarín que guardarían Al Qaeda o los rebeldes, destruida por una explosión, es completamente falsa y no se sostiene», y apunta que la mayoría de las víctimas «parecen ser mujeres y niños, y no combatientes rebeldes».

Sin embargo, Julien Legros, investigador en el laboratorio de química orgánica de la Universidad de Rouen, señala que la tesis rusa no es imposible, pero implicaría que los componentes que forman el agente tóxico estarían almacenados en un mismo barril. Una gran cantidad de calor destruiría el producto, pero, si se tratara de grandes cantidades, aunque solo el 10% del mismo se evaporara, resultaría suficiente para matar a cientos de personas.

El presidente de EEUU, Donald Trump, reconoció ante miembros del Congreso que estudia el lanzamiento de una operación militar en Siria en represalia, y confía en la decisión que pueda adoptar su secretario de Defensa, James Mattis, según la CNN. Ayer Trump afirmó que «lo que ha hecho Al-Assad es terrible» y «algo debe pasar».

El secretario de Estado, Rex Tillerson, indicó que estudian una respuesta apropiada y, el Pentágono ya ha presentado a la Casa Blanca opciones militares de respuesta que incluirían bombardeos aéreos a territorio sirio.

Trump ya afirmó el miércoles que el ataque había cambiado su actitud hacia el conflicto y hacia el presidente sirio, Bashar al-Assad, y deslizó la posible adopción de medidas.