Raimundo Fitero
DE REOJO

Moción

Dale. Me paso toda la tarde tomando apuntes sobre programas un poco especiales que se pueden visitar con decoro y sin que se levanten ampollas en la conciencia ni en la pérdida de tiempo de un ciudadano común que están en las plataformas de pago y a la mañana, justo antes de empezar a poner en limpio los garabatos, van y anuncian la presentación de una moción de censura contra Mariano Rajoy. Lo que no acaba de ser muy factible que prospere, porque la ha presentado Pablo Iglesias, es decir, suena a tongo, a numerito, a oportunismo.

Pero sea lo que sea  la iniciativa de Unimos-Podemos y las segundas o terceras o cuartas intenciones de este club de amigos de Pablo, lo cierto es que ha puesto a todos los partidos a cavilar y a manifestarse, a alinearse. Dicen muchos que se trata de una moción contra el partido zombi, que coloca a los candidatos en la tesitura de retratarse, y ya lo ha hecho Susana, que como debe ser, lo ha hecho a favor de mantener a Rajoy gobernando. El PNV dice que les han avisado tarde. Los de Ciudadanos, como todo lo hacen por España y eso es un amasijo de corruptos, pues a lo suyo, a seguir mirando para otro lado.

Moción en positivo, hay que poner un candidato, una alternativa de gobierno, y ahí empiezan los esfuerzos para tomárselo en serio. Escucho a un tertuliano diciendo que podría llegar a darse la circunstancia que el candidato de Iglesias fuese Pedro Sánchez. Maldades de uno y otros. Política de baja estofa. La corrupción, el deterioro de las instituciones, la situación insostenible del ministro de Justicia, del Fiscal General del Estado y el Fiscal jefe Anticorrupción, el desfile de próceres de todas las patrias entrando en Soto del Real parece motivo suficiente para mandar a la mierda a la banda, pero con los de Pablo parece imposible.