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ATLETISMO

Dos horas 25 segundos para Kipchoge en Monza

El keniano Eliud Kipchoge, de 32 años y campeón olímpico, corrió ayer en el autódromo de Monza el maratón más rápido de la historia, culminando con una marca no homologable de 2h.00:25 el reto diseñado por Nike para bajar de las dos horas en la carrera de 42.195 metros.

El trepidante ritmo decayó en los diez últimos kilómetros y Kipchoge no pudo bajar de las dos horas, que era el objetivo del proyecto Breaking2, pero pulverizó la mejor marca de la historia anterior, las 2h.03:02 de su compatriota Geoffrey Mutai en Boston, igualmente no homologada debido al recorrido ligeramente descendente de esa carrera.

Originario de la provincia del Valle del Rift, Kipchoge, que en 2003, con solo 18 años, batió en la final de 5.000 metros de los Mundiales de París a dos grandes, Hicham El Guerruj y Kenenisa Bekele, demostró que el muro de las dos horas está a la vuelta de la esquina.

Para romperlo, había que recortar 2 minutos y 57 segundos al récord mundial de Kimetto (2h.02:57), y para ello Nike se inventó una carrera de laboratorio con la ayuda liebres rotatorias que entraban por turnos en carrera, de forma que la marca no podía ser homologada.

Kipchoge compartió el intento con el etíope Lelisa Desisa, dos veces ganador en Boston, y el eritreo Zersenay Tadese, plusmarquista mundial de medio maratón. Y una selección de 30 grandes atletas como liebres.

El ritmo iba camino a las dos horas clavadas cumplido el kilómetro 30 (1h.25:20), pero a partir de ese momento el rayo láser de referencia comenzó a alejarse de forma inexorable.