Jon Odriozola
Periodista
JO PUNTUA

El traslado del «Guernica»

No entraré en si el universal óleo de Picasso –del comunista Picasso– debe venir a Gernika (como aprobó la Cámara de Gasteiz solicitar al Gobierno español), y me detendré en el sacrilegio de orillar la voluntad del artista inmortal. Y acabaré citando a José Bergamín, amigo y asesor de Picasso ya en plena faena del mural más que lienzo (por sus dimensiones).

Josep Renau, muralista, director de Bellas Artes y también comunista, ya es puta casualidad, o tempora, o mores, dijo que se trasladó a París para pedir solidaridad a los artistas españoles allí residentes con la República española –ya desatada la guerra civil– con motivo de la Exposición Internacional de París que se iba a celebrar en la capital de las luces en 1937: «fuimos –Bergamín, entre otros– no a encargar nada a nadie (…) Picasso pintó lo que quiso, cuando quiso y porque quiso, no le encargó nadie nada». Todavía no había ocurrido el bombardeo de Gernica (ni antes el de Durango y Otxandio, pero sí en Madrid),

Ya a finales de 1968 el franquismo quiso traer el “Guernica” a España por medio de Carrero Blanco. Picasso se negó a lavar la siniestra cara del régimen franquista. Muerto el dictador –y también Picasso en 1973–, con «democracia», ¿qué podría oponerse a su «regreso», no es cierto? Y vino, sí, en 1981 –en pleno «tejerazo»– ¡contra la prístina voluntad de Picasso!, que no fue otra que acceder a su vuelta (al Prado) siempre y cuando hubiera en España una República –burguesa o popular– y no una monarquía, como la había y hay. No se respetó su voluntad.

Y aquí la paradoja que señalara Bergamín (en Punto y Hora) con ocasión de los debates surgidos en la llamada «transición» sobre el traslado del cuadro del MoMA de Nueva York a el Estado español: vuelve el “Guernica” que Picasso quiso para la República, donado al pueblo español, al Estado monárquico español. Y vuelve para ser protegido, custodiado y explotado (comercialmente) ¡¡por los mismos contra los cuales se pintó!!

Otra infamia más de estos hijos de la gran chingada.