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TEHERÁN

Trump carga de nuevo contra Irán ante el Muro de las Lamentaciones

Los ataques contra Irán volvieron a tener el protagonismo de la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Israel. Dejando en segundo plano el conflicto y la ocupación de Palestina, Trump aseguró que observa una «rara oportunidad» de hacer converger intereses comunes entre Israel y países árabes, con Riad como modelo, para enfrentarse a Teherán, un análisis que compartió el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, continuó con las declaraciones de extrema virulencia contra Teherán, que ya había expresado la víspera en su visita a Arabia Saudí y, ayer, en el primer día de su visita a Israel, volvió a arremeter contra Irán con la hostilidad que comparte con sus aliados de Tel Aviv y Riad. «Estados Unidos e Israel pueden afirmar con una misma voz que Irán no debe poseer nunca un arma nuclear, jamás, y que debe cesar inmediatamente el entrenamiento y equipamiento leal de terroristas y milicias», declaró unas horas después de llegar a Tel Aviv.

Trump reiteraba así la acusación contra Irán, justo después de que 41 millones de iraníes hubieran votado para reelegir, al presidente Hasan Rohani, favorable a la apertura de su país al mundo.

«Para poder soñar, debemos estar seguros de que Irán esté lejos, lejos de nuestras fronteras, lejos de Siria, lejos de Líbano», afirmó el presidente israelí, Reuven Rivlin tras su encuentro con Trump.

Convergencia de intereses

Llegado en el primer vuelo directo entre Arabia Saudí e Israel, el presidente estadounidense exaltó los «lazos indestructibles» entre EEUU e Israel.

E invocó una gran convergencia de intereses frente a Irán, después de haber pasado por la cumbre de dirigentes árabes en Arabia Saudí. «Vuestros vecinos árabes se dan cada vez más cuenta de que existe una causa común con vosotros frente a la amenaza planteada por Irán», les dijo a los dirigentes israelíes, insinuando además que supondría una «rara oportunidad» también ante el conflicto de Palestina. El presidente estadounidense pasó casi por encima de esta cuestión y la vinculó con «la seguridad en la región». Así, tras su encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que «es posible un nuevo nivel de colaboración, con mayor seguridad para la región y para EEUU, e incluye un esfuerzo renovado de paz entre israelíes y palestinos».

Netanyahu coincidió con el análisis. «Los peligros comunes están convirtiendo a los antiguos enemigos en socios», afirmó en referencia a Irán, una situación que calificó de «potencialmente muy prometedora». «No será simple, pero por primera vez en muchos años, y por primera vez en mi vida, veo una verdadera esperanza de cambio», sostuvo Netanyahu, que agradeció el giro en la política estadounidense en Oriente Medio.

El domingo, desde Riad, Trump ya había acusado a Irán de «financiar y entrenar terroristas» e instó a «todas las naciones» a «trabajar juntas y aislar» al régimen iraní. Ayer le respondió el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, echando mano de la ironía. «Irán, que acaba de celebrar unas verdaderas elecciones, es atacado por el presidente de EEUU en este bastión de la democracia y la moderación» que es Arabia Saudí. «¿Se trata de política exterior o de sacarle 480.000 millones de dólares» al rey Salman?, se preguntaba sarcásticamente Zarif.

En Riad Trump firmó colosales contratos por 380.000 millones de dólares, 110.000 de los cuales corresponden a la venta de armamento a un país muy activo en los conflictos vecinos.

En el Muro

Trump visitó ayer además dos lugares sagrados para dos de las religiones monoteístas: el Santo Sepulcro de los cristianos y el Muro de las Lamentaciones de los judíos. Ha sido el primer presidente de EEUU en ejercicio en visitar este lugar, y lo hizo sin la compañía de ningún dirigente israelí. El Muro está situado en Jerusalén Este, la parte de la ciudad anexionada por Israel en 1967.

Aunque durante la campaña electoral Trump prometió trasladar la embajada de EEUU a Jerusalén y reconocer la ciudad como capital de Israel, ayer no mencionó esta posibilidad que rompería con una postura mantenida durante décadas por la comunidad internacional y por el propio EEUU.

Quien sí lo hizo unas horas antes de su llegada fue Netanyahu, que aseguró que «Jerusalén fue y siempre será la capital de Israel», reiterando que Israel «no tiene por qué explicar su presencia» en la ciudad.

Por otro lado, Trump al inicio del encuentro con Netanyahu, sostuvo que nunca mencionó «la palabra Israel» durante su reciente entrevista con el ministro de Exteriores Sergei Lavrov, después de que varios medios hayan publicado que compartió con este información clasificada cuya fuente habrían sido los servicios de Inteligencia de Israel.

Netanyahu tampoco mostró malestar y agradeció al magnate neoyorquino su amistad y su comprensión por la «lucha» que los israelíes han librado a lo largo de la historia.

 

La Policía israelí mata a un menor en una Cisjordania en huelga

El día de la llegada de Donald Trump a Israel, la Policía israelí mató a un palestino de 16 años y justificó disparar contra el menor asegurando que intentó apuñalar a uno de los miembros de la Policía de Fronteras en un puesto de control en Abu Dis, al noreste de Belén. A la vez, los palestinos siguieron ampliamente la convocatoria de huelga en apoyo a los presos en huelga de hambre en las cárceles israelíes y que supuso también una llamada de atención hacia EEUU durante la visita de Trump. En Ramala todos los negocios estaban cerrados y las calles, vacías y el transporte público estaba paralizado. En Hebrón, negocios, escuelas y edificios públicos también estaban cerrados. La represión por parte de las fuerzas israelíes de las protestas que acompañaron la huelga provocó un centenar de heridos, entre ellos ocho por disparos de bala. 1.300 presos en huelga de hambre reclaman desde hace 36 días la mejora de sus condiciones, visitas familiares, tratamiento médico adecuado y el fin de los aislamientos, entre otras. GARA

 

El presidente Rohani arremete contra el «show» de Trump en Ryad

El recién reelegido presidente de Irán, Hassan Rohani, respondió a los ataques de EEUU y de Arabia Saudí denunciando el «show sin valor político alguno» de la cumbre del domingo entre Trump y medio centenar de dirigentes árabes, en lo que algunos no han dudado en presentar como el embrión de una suerte de «OTAN de Oriente Medio».

En su primera comparecencia ante la prensa tras ser reelegido para un segundo mandato, Rohani recordó que Arabia Saudí «ha organizado shows similares en el pasado» y replicó que Irán seguirá probando misiles cuando lo estime necesario.

«No vamos a esperar a que nos autoricen» a realizar pruebas con misiles, advirtió el líder reformista moderado a Trump, para reivindicar que «si Irán no tuviera armas habría algunos que podrían cometer un error de cálculo».

Rohani salió al paso de las acusaciones tanto de Trump como del rey saudí Salman contra Irán como «el principal valedor del terrorismo». El presidente iraní replicó que «los únicos que han acabado con el terrorismo son el pueblo de Siria, de Irak y de Líbano... y el pueblo de Irán ayudó a estos países», añadió, para insistir en que «los que han apoyado a los terroristas no pueden combatirlos» y reiterar que «no creo que el pueblo americano olvide la sangre vertida en los ataques del 11-S».

En una segunda referencia a Arabia Saudí, le recordó que «no se puede resolver el problema del terrorismo dando a una superpotencia el dinero de vuestro pueblo». Rohani se refería a los contratos por valor de 380.000 millones de dólares que Trump ha arrancado a Ryad. Su ministro de Exteriores, Mohamed Yavad Zarif, fue horas antes más explícito al acusar a Trump de arremeter contra Teherán «a cambio de bombear miles de millones de petrodólares saudíes a EEUU».

Finalmente, Rohani recordó los errores de EEUU por su desconocimiento de la realidad de Oriente Medio. «Se equivocaron al atacar a Afganistán, al atacar a Irak... se equivocaron cuando nos impusieron sanciones... Se han equivocado en Siria y si alguien conoce un caso en que hayan actuado sin equivocarse, que me lo diga», ironizó. GARA