El reggae de las dos varas de medir

Esta mañana quiero escribir una letra de canción, sí hermana, estoy inspirada, dame un minuto de tu tiempo. No te preocupes, no te apures, tómatelo con calma (don’t worrie, don’t hurry, take it easy que diría el difunto Bob Marley), porque este es el reggae de las dos varas de medir. Una canción que nace de las noticias frescas, sí hermana, como la protesta de la Plataforma Feminista de Durango al ritmo de “No woman, no cry” en el pleno del martes. La alcaldesa Idigoras se apuró, se enfadó y suspendió el show, el que nunca debe parar, y criticó que hechos como estos «nos retrotraen a tiempos pasados de coacción y miedo». Calma, hermana, relax.

12 de la noche en La Habana, Cuba (diría Manu Chao). 11 de la noche en San Salvador. Alguna hora de la tarde en Durango, Bizkaia. Y me gustan los aviones, pero las hermanas querían decirle no me gustas tú, concejal Fran Garate (PP), sentado en el pleno como si no pasara nada, aunque pese sobre ti una acusación de acoso sexual. Y yo, al entonar este reggae de las dos varas de medir, me preocupo porque apura más a la alcaldesa una protesta pacífica (Martin Luther King, santo de la desobediencia civil, baja de los cielos para darnos luz) que la tolerancia cero en cargos públicos contra la violencia machista. No ha sido condenado, cierto; ni él piensa dejar su sillón, pero ¿ni siquiera pedirle la renuncia hasta que se le juzgue?

Sábado 20, el Isis mata a 31 personas en dos atentados en Bagdad y Basora. Poco espacio en la prensa; Manchester está más cerca. Sí, hermana este es el reggae de las dos varas de medir. Take it easy.