01 JUN. 2017 SEMIFINALES DE LA LIGA ACB El «archangel offense» de Llull sirve al Real Madrid para superar a Unicaja El base balear anotó 10 puntos consecutivos al inicio del último cuarto, y ahílograron la ventaja para poner el 1-0 a pesar de la dura resistencia malagueña. Arnaitz GORRITI REAL MADRID 71 UNICAJA 68 Los Chicago Bulls anteriores a los anillos vivían en sus momentos de tribulación del archangel offense: «Michael, sálvanos». El Real Madrid tiene su variación apócrifa con Sergi Llull. El de Mahón le dio el primer punto al cuadro blanco ante un correoso Unicaja al que derrotó tras romper el partido con 10 puntos consecutivos en el inicio del último cuarto. Los de Laso debieron seguir luchando hasta el final, porque Unicaja jamás se rindió; incluso entonces asomó Llull, autor de 28 puntos, con una bandeja que entró tras estar a punto de irse por encima del tablero. De buen inicio, fue el Real Madrid quien dio primero, con un Nocioni, que apura sus últimos partidos como profesional, liderando la escapada blanca, una escapada que llegó a los 13 puntos, 36-23, merced a 9 tantos del santafecino, que una vez más superó a Suárez, amén de colocar dos importantes taponazos a Nedovic y Omic. Por fortuna para Unicaja, Joan Plaza también encontró en las profundidades de su armario la manera de responder. La sutileza la ponía Nedovic, Suárez la versatilidad, Alberto Díaz y Viny Okouo la defensa, pero la diferencia la marcaba Christian Eyenga. El alero congoleño hizo mucho daño en el poste bajo, cargando además de personales a los jugadores del Real Madrid. Así las cosas, cuando al descanso el luminoso marcaba un 38-34, las espadas volvían a situarse en todo lo alto. Ayón antes de la magia Unicaja llegó a voltear el resultado en el tercer cuarto, fruto de un parcial de 4-11 de inicio, y con Nedovic ejerciendo el liderazgo del choque. Por fortuna para el Real Madrid, Gustavo Ayón estuvo al quite para darle puntos –13– y rebotes esenciales a su equipo. De hecho, la superioridad en el rebote –paliada al final del partido– y los tiros libres –11 de 17 para Unicaja– fueron otros dos detalles que devolvieron la renta a los de Laso, 52-50, al final del tercer asalto. Porque después llegó la magia de Llull. Capitaneó un parcial de 10-4, desarbolando en esos minutos de éxtasis a un Unicaja que se resistió a rendirse, pero que erró más de la cuenta como para aspirar a algo que no fuera una derrota honrosa. Mientras Llull esté así, el Real Madrid tendrá a qué ángel encomendarse.