Un no-tan nuevo mundo de dioses, monstruos y mega estrellas
En el momento en que escribo falta un día para el estreno mundial de “La momia” y el desconcierto con respecto a lo que dicho producto va a ofrecernos es absoluto. En el estado español, la Universal no ha organizado pases de prensa sobre dicho film. En el resto del mundo, ha intentado mantener el mismo hermetismo. Así las cosas, más allá de las –desconcertantes– sensaciones despertadas por los tráilers, el feedback del que ahora mismo disponemos es escaso (mala señal), así que solo nos queda repasar los antecedentes que rodean dicho proyecto, que no son pocos y no están precisamente exentos de interés.
Para empezar, tenemos en la dirección a Alex Kurtzman, nombre desconocido para el gran público, cuyo único largometraje hasta la fecha es “Así somos”, cinta igualmente inaudita. En su curriculum brillan con luz propia los servicios ofrecidos como co-creador de la serie de culto “Fringe”, estimulante cruce entre “Expediente X” y “Perdidos”. Aparte de esto, alguna que otra aventura fallida en la pequeña pantalla y, claro está, la película que ahora nos ocupa, la cual va más allá de los 110 minutos de metraje prometidos.
“La momia”, con Tom Cruise, es el enésimo reinicio cinematográfico de las tropelías del mítico monstruo de la Universal... y también el pistoletazo de salida para “Dark Universe”, un acto de resurrección colectiva con las criaturas más legendarias de dicho estudio como protagonistas. Frankenstein, el Dr. Jekyll, el hombre invisible... Con la presencia confirmada de estrellas del calibre de Johnny Depp o Javier Bardem. Al más puro estilo Marvel. Cada personaje contará con su propia película, con vistas a terminarlo todo con la madre de todas las reuniones. Kurtzman coordina, con la promesa de preservar la esencia terrorífica clásica, mientras se actualiza la propuesta a los tiempos de Bourne y del monopolio de las superhero movies.