La escalada de Alex Honold de la vía “Free Rider” en El Capitán, Yosemite, es decir en solitario y sin cuerda ni ningún tipo de seguro, ha puesto sobre el tapete el tema de la cultura del riesgo en el ambiente de montaña y el nivel de riesgo aceptable (¿). La estupefacción y admiración por la magnitud de la empresa se ve atemperada por el criticismo a muchos niveles y hay revistas y páginas web que se niegan a informar sobre este tipo de escaladas para no promover la imitación entre los buscadores de fama a toda costa. Tommy Caldwell, autor de la, seguramente, más difícil escalada de gran envergadura del mundo, en el mismo Capitán, amigo de Alex y ayudante en la preparación del proyecto, se declara incapaz de imaginarse que se pueda experimentar en esos pasos extremos, en la inmensidad y verticalidad de esos 1000m de pared. Eso solo lo puede saber el superdotado, metódico y simpático Alex, que estuvo el día anterior escalando bloques, luego se fue a andar con su madre y a continuación viendo la última de “El Hobbit”, cuestión de insertar su escalada en parámetros de normalidad. Como decía, con cierto humor, la escaladora Kitty Calhoun, en una charla en el American Alpine Club: «Acuérdate de no tener un accidente fatal, porque la sociedad pensará que la escalada es nociva y peligrosa, tu familia y amigos estarán jodidos y tú… tú estarás muerto». O como decía Jean Cocteau, la vida es una caída horizontal.