ETXEB.-GARMENDIA 21

ZABALA-O.ETXEBAR. 22

El equilibrio es una de las mayores virtudes en cualquier aspecto de la vida, mucho más en situaciones extremas como el trampolín al que las empresas profesionales han expuesto a algunos de sus pelotaris vinculados este fin de semana. Cámaras, apuestas y, sobre todo, mucho que demostrar en apenas 48 horas forman una combinación no siempre fácil de llevar y, por mucho que los cuatro finalistas mostraran detalles, fue su mayor estabilidad la que permitió a Zabala-Oier Etxebarria, pelotaris adscritos a Aspe, obtener el triunfo con el que suceden a Bakaikoa-Erasun en un torneo que habrá que ver qué futuro puede tener.

Seguro que Peio Etxeberria y Garmendia siguen todavía hoy preguntándose cómo pudo escapárseles un partido en el que solo estuvieron por detrás en el 21-22 final y que tuvieron muy encarrilado en el 21-16, cuando solo los más entusiastas seguidores del delantero riojano entonaban el recurrente y muchas veces cargante «sí, se puede».

Y es que, apenas 24 horas después de haber jugado otro duro partido en Beasain, Peio Etxeberria estaba volviendo a ofrecer su explosividad. Valiente con su gancho de zurda, el delantero de Zenotz volvió a demostrar que no se arruga por mucho que acumule errores y parecía decidido a ratificar ante el gran público el paso adelante que ha dado este último año.

Sólido Garmendia

Atrás, el igorreztarra Oier Etxebarria mostraba ser un zaguero más largo que Beñat Garmendia, pero el beasaindarra confirmaba ser «muy pelotari», adjetivo que se emplea para esos que hacen las cosas fáciles con las dos manos y siempre, o casi siempre, realizan una lectura correcta del juego.

Así que a los de Aspe les tocó bailar al ritmo que tocaban sus rivales, especialmente el delantero de la Ultzama, que hacía y deshacía prácticamente a su antojo. Hasta que el riojano Javier Zabala, con el partido prácticamente perdido, se despojó de la presión que le estaba restando protagonismo, y expuso mucho más en su juego, como en esa pelota que devolvió «bajo pata» en el 17-11. Tras acercarse 20-16, un perfecto remate al txoko de Peio Etxeberria parecía poner sentencia al partido, pero mandó fuera el siguiente dos paredes, dio vida a sus rivales y terminó lamentándose. Por un lado es de agradecer que llevara su actitud valiente hasta el último extremo, pero sus errores, especialmente los dos últimos –falló el resto de aire con 21 iguales–, le costaron caro.

Elite en Zumarraga

En el Elite de la Federación de Euskadi, Espinal-Sarasa y Arrieta-Arratibel jugarán la final el próximo domingo, tras imponerse a Zubiria-Madariaga (22-20) y Santxo-Zezeaga ( 12-22) respectivamente en el Beloki.

Elezkano-Merino II, muy superiores

Danel Elezkano y David Merino se hicieron con el triunfo en el partido que las empresas han llamado primer torneo de San Bernabé, aprovechando esta festividad en la capital riojana, al vencer por 22-9 a Víctor-Untoria en un partido accidentado. Primero, el delantero vizcaino se golpeó el rostro y casi al final del partido fue Víctor al que se le salió una falange de su derecha al tratar de llevar una pelota desde el ancho. Pese al dolor inicial, ninguno de los dos tuvo problemas para terminar el partido.

Por lo demás, fue un partido sin demasiada historia por la superioridad de la pareja de Aspe. Atrás, David Merino, que ya jugó el viernes y terminó con el tobillo izquierdo y la rodilla derecha lastimados, jugó sin problemas y fue muy superior a un Untoria desencanchado. Danel Elezkano, al que distinguieron como el mejor pelotari, lo aprovechó para terminar con siete tantos hechos y un solo error, mientras que Víctor alternó, como viene siendo costumbre, 8 tantos con seis errores. J.O.