El ISIS trata de dejar su marca en Palestina tras el ataque de Jerusalén

El ataque en el que murieron tres palestinos y un policía israelí el pasado viernes en Jerusalén sirvió al Estado Islámico para intentar dar una señal de presencia en Palestina, aunque tanto Hamas como el FPLP rechazaron que los palestinos muertos fueran yihadistas y los identificaron como militantes propios.

El Estado Islámico (ISIS) disputó a los grupos palestinos la autoría del ataque perpetrado el viernes por la noche en Jerusalén, en el que murió una policía israelí y tres atacantes palestinos.

Tres palestinos atacaron con cuchillo y armas de fuego a unos policías israelíes desplegados cerca de la ciudad vieja de Jerusalén. Una de las agentes apuñalada, Hadas Malka, falleció luego por sus heridas y la Policía mató a los tres atacantes.

Poco después del ataque, el ISIS reivindicó la operación en un comunicado y advirtió de que no sería la última. Esta es la primera vez que el grupo yihadista reivindica una acción en Jerusalén, ciudad que, como Cisjordania e Israel, ha registrado centenares de ataques anti-israelíes desde 2015.

Sin embargo, Hamas y el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), refutaron esa reivindicación. Ambas organizaciones palestinas, sin reivindicar la autoría del atentado, indicaron que los presuntos autores del ataque, Bara Ata, de 18 años, Usama Ata, de 19 años, y Adel Ankush, de 18 años, formaban parte de sus filas.

Hamas y el FPLP inscribieron su acción en la continuidad de la resistencia palestina en Israel y de los centenares de ataques de los últimos meses. El ISIS intenta «enredar las cosas», aseguró Hamas. Por su parte, los servicios de seguridad israelíes afirmaban ayer que «es imposible de momento corroborar» la reivindicación del ISIS, según un portavoz del Shin Beth, el servicio de seguridad interior israelí, que añadió que la declaración de Hamas «compromete la fiabilidad» de las declaraciones de unos y otros.

Una portavoz del Ejército israelí, apoyándose en informaciones de inteligencia militar, puso en duda la pertenencia de los tres palestinos a una de esas organizaciones y dio a entender que pertenecían a un pequeño grupo local.

Los territorios ocupados e Israel viven una ola de violencia que ha causado la muerte desde el 1 de octubre de 2015 de 272 palestinos, 42 israelíes, dos estadounidenses, dos jordanos, un eritreo, un sudanés y una británica, según un balance de la AFP, consecuencia de las vejaciones de la ocupación israelí y las frustraciones económicas.

Los autores del ataque del viernes eran oriundos de Deir Abu Meshal, en Cisjordania, territorio palestino que en 2017 cumple medio siglo de ocupación sionista.

Según el FPLP, Bara y Osama Ata habían cumplido recientemente penas de varios meses en la cárcel israelí.

Israel no ha sufrido hasta ahora en su territorio las actividades del ISIS, aunque los yihadistas asumieron la autoría el 10 de abril de un disparo de cohete desde el Sinaí egipcio, en donde operan grupos afines al grupo, que cayó en el sur de Israel.

Israel responde con castigos colectivos en Jerusalén y Cisjordania

Israel reaccionó rápidamente al ataque anulando 250.000 permisos de entrada a Jerusalén que concede de forma «especial» durante el Ramadán para los miles acuden la mezquita de Al Aqsa y para reuniones familiares. Además, expulsó a 350 personas que ya habían entrado en la ciudad. Durante la noche, el Ejército israelí bloqueó la aldea de Deir Abu Meshal, de donde eran originarios los atacantes e informó a sus familias de que es posible que sus casas sean pronto destruidas. GARA