El “Pobre de mí” no ha esperado al 14 de julio para planear sobre las cabezas de las trabajadoras y los trabajadores de empresas como Edesa Industrial (unas 350 personas), General Electric Renewable Hydro (135) y Muebles Xey (170), cuyas respectivas direcciones han tomado en apenas siete días drásticas iniciativas que podrían concluir con los respectivos cierres de sus factorías en Euskal Herria.

La novedad la puso ayer el Grupo Mobiliario del Urola, la empresa matriz de Xey, que se halla en concurso de acreedores desde el 1 de junio y que comunicó a los trabajadores el cierre de la factoría. De consumarse, supondrá el despido de todos sus empleados, 140 de los cuales pertenecen a la fábrica de Zumaia, tal como indicó a la agencia Efe Aitor Iturain, responsable de ELA en Urola Kosta.

La plantilla, que el pasado lunes comenzó una huelga indefinida, considera que la empresa, dedicada a la fabricación de muebles de cocina y baño, es viable pese a sus problemas de liquidez y su deuda, que según la administración concursal ronda los 30 millones de euros. Al respecto, Iturain comentó que la facturación ha pasado de 12 millones de euros en 2012, cuando vivió otra situación crítica y un cambio de dirección, a 25 millones en 2016.

Esta compañía tiene un 70% de capital privado y el restante 30% de acciones está en manos del Gobierno de Lakua, por lo que el comité ha solicitado una reunión con el Departamento de Desarrollo y Competitividad para analizar la situación.

También exigieron ayer más implicación al Ejecutivo de Iñigo Urkullu las plantillas de Edesa-Fagor y del grupo Cel.