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DONOSTIA-BILBO

CNA paraliza la producción de Edesa y la plantilla defiende su viabilidad

Mientras la plantilla reiteraba que está dispuesta a trabajar para lograr un plan de viabilidad para Edesa Industrial, la dirección de CNA ordenó parar desde ayer mismo la mayor parte de la producción de las plantas de lo que fue Fagor Electrodomésticos. En una situación similar se encuentran los trabajadores del Grupo Cel y los de Muebles Xey.

Reunida ayer en la planta de Garagartza (Arrasate), la asamblea de trabajadoras y trabajadores de Edesa Industrial elaboró un calendario de movilizaciones en respuesta a la situación creada por la dirección de CNA, el grupo catalán que adquirió hace tres años los activos de Fagor Electrodomésticos una vez que la antigua cooperativa quebró.

CNA ordenó parar de forma inmediata la mayor parte de la producción en sus plantas de Euskal Herria, afectando a las áreas de cocción (hornos y cocinas), termos y parte de calentadores (Geyser), además de a la de lavadoras, que ya había cesado. Las actividades de cocción, calentadores y lavadoras se llevan a cabo en la planta de Garagartza, mientras que la de termos se desarrolla en Basauri.

Solo continúa en marcha una parte de la actividad de Geyser, en Bergara, así como la totalidad de la planta de ollas a presión en Eskoriatza, que, al parecer, seguirá trabajando hasta las vacaciones estivales. «Es lo que nos ha dicho la dirección. No se atreven a decir nada más allá de las vacaciones. De hecho, no nos han dado una fecha de vuelta al trabajo», explicaron a Efe fuentes del comité de empresa, ante el que la compañía alegó la «falta de dinero para comprar componentes» como razón principal del cese de la actividad.

Las mismas fuentes indicaron que esta medida afectará a unos dos centenares de trabajadores, porque en esta ocasión también entra en el ERE la sección de I+D. Por tanto, de una plantilla total de 350 personas, por el momento solamente continuarán trabajando las del área de ollas, las de la red comercial y los empleados de administración.

Pese a asumir la gravedad de la situación, la asamblea de trabajadores se resiste a dar por finiquitada la actividad de Edesa Industrial. «Aprovechamos la ocasión para reiterar que estamos dispuestos a trabajar de forma activa en el futuro de esta empresa, pero exigimos a la dirección que retire de inmediato el ERE de extinción presentado para las personas adscritas a la actividad de lavado», indicaron los representantes de la plantilla, que mañana realizarán una comparecencia pública para informar de las movilizaciones que se llevarán a cabo.

El pasado 30 de junio, CNA presentó un preconcurso de acreedores en los juzgados de Donostia justificándolo con una deuda de casi cien millones de euros. El 6 de julio, la dirección comunicó al comité de empresa que no tenía intención de presentar concurso de acreedores, pese a haber instado el preconcurso, ya que su pretensión era continuar con la actividad. Y el lunes, el comité de Edesa abandonó la primera reunión organizada para discutir sobre el ERE de extinción planteado para unos 30 trabajadores del área de lavado subrayando que no puede respaldar una decisión aislada cuando todavía desconoce el plan de viabilidad que ha prometido CNA. Además, acusó a la dirección de utilizar «métodos oscuros y confusos», por lo que auguró una etapa de «confrontación absoluta».

Deuda con «culpables» en Xey

La plantilla de Muebles Xey está afrontando una situación similar y, como en el caso de Edesa, sus proveedores también llevan tiempo arrastrando el peso de la deuda acumulada. Ayer, ante las instalaciones de Zumaia, los trabajadores del Grupo Mobiliario del Urola reclamaron al Gobierno de Iñigo Urkullu que «ayude» a los trabajadores para que el concurso de acreedores sea declarado «culpable» –«no fortuito», como generalmente suele suceder– por la eventual responsabilidad de sus gestores. Pidieron al Ejecutivo autonómico, propietario de un 30% de la compañía, que les ayude a «encontrar a alguien que tire del carro» y que busque «un inversor con un proyecto industrial».

Fuentes del comité señalaron a Europa Press que están a la espera de que el juez autorice el inicio del periodo de consultas del ERE de extinción e insistieron en responsabilizar a Juan Fano, administrador único de la empresa con un 10% de las acciones, y a Victoriano Susperregui, con un 30% de las mismas, de la situación a la que se ha llegado en la planta de Zumaia.

La plantilla inició una huelga indefinida la semana pasada al entender que la empresa es viable pese a sus problemas de liquidez y a su deuda, que según la administración concursal ronda los 30 millones de euros.

Posibles inversores para Cel

Por su parte, las plantillas de las cuatro plantas que el grupo papelero Cel tiene en Araba y Bizkaia llevarán a cabo una marcha a pie mañana, desde la fábrica situada en Aranguren (Zalla) hasta Bilbo, para reclamar una solución ante el concurso de acreedores presentado por la dirección el pasado 21 de junio.

El comité de empresa de las factorías informó de que la administración concursal les ha transmitido la existencia de dos potenciales inversores interesados en hacerse con la compañía, un grupo catalán y otro chileno, que van a visitar a partir de la próxima semana todas las plantas del grupo.

La marcha en defensa de los 300 empleos que están en peligro de desaparecer partirá a las seis de la mañana desde la planta de Ecofibras y concluirá ante la sede de la Diputación de Bizkaia después de hacer una parada frente a la delegación del Gobierno autonómico.

 

Las empresas auxiliares abandonan el astillero de La Naval

El comité de empresa de La Naval volvió a advertir ayer de la situación «extremadamente delicada» que atraviesa la compañía, con unos niveles de producción del 20%, por lo que reclamó la implicación del Gobierno de Lakua por medio de fórmulas como el crédito participativo.

Frente a las instalaciones del astillero de Sestao y después de haber celebrado una asamblea de trabajadores, el comité ofreció una rueda de prensa en la que informó de que ha solicitado una nueva reunión, la tercera, con la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia.

Recordaron que se encuentran en preconcurso de acreedores y destacaron que las empresas auxiliares «están abandonando el astillero porque no se les paga», por lo que, de los cerca de 1.500 trabajadores de la industria auxiliar que trabajaban allí, solo quedan unos 300. La plantilla de La Naval está formada actualmente por alrededor de 200 personas.

Respecto a la participación del empresario Manuel del Dago en la ampliación de capital de la compañía, el presidente del comité, José Pedro González, señaló que el director general les aseguró que «sigue interesado en el proyecto y que va a venir, pero no sabemos cuándo». «Igual cuando venga ya es demasiado tarde. Él dice que va a aportar el capital que se comprometió, pero a día de hoy no tenemos noticias de cuándo puede aparecer por aquí», añadió. GARA