Joseba ITURRIA
PEYRAGUDES
TOUR 2017

Bardet, Urán y Aru confirman que este Froome es batible

El inglés no pudo seguir el ritmo de sus rivales en las duras rampas finales de Peyragudes y el del Ag2r ganó y el sardo es nuevo líder.

Romain Bardet logró la victoria ayer en Peyragudes y Fabio Aru alcanzó el liderato en un final en el que Chris Froome no pudo seguir el ritmo de sus rivales, lo que deja a los cuatro primeros de la general en un margen de solo 55 segundos. Y serían cinco si Dan Martin no llega a ser arrastrado por Richie Porte en su caída del domingo.

Froome perdió 22 segundos con Bardet y su final de etapa deja la sensación de que es batible por primera vez desde que empezó a dominar en el Tour. Ya toda la temporada apuntó que no era el de otros años en los objetivos que se marcaba en Romandía y Dauphiné.

Mikel Nieve trasmitía a GARA a comienzo del Tour que se debía a un cambio de preparación con el objetivo de ganar además la Vuelta y el propio Froome alimentaba esa sensación el miércoles en Pau al afirmar que esperaba encontrar en la última semana la mejor forma que jamás ha alcanzado. Pero el final de ayer alimentó las dudas y cambia la carrera. Habrá que ver cómo reaccionan todos hoy en una etapa atractiva que presenta tres puertos de Primera, Latrape, Agnés y el duro Péguère, en solo 101 kilómetros.

Gran nivel de Nieve y Landa

Sky puede seguir su trabajo igual porque Froome es el líder virtual con una crono final para remontar los seis segundos de Aru y Astana no tiene un equipo para controlar la carrera tras comprobarse ayer que Fuglsang acusó la caída de la víspera al ceder en Balès y llegar a meta a 28 minutos. Lo que cambiará es que los rivales ahora piensan que pueden descolgar a Froome.

Pero el Sky confirmó ayer que es el equipo más fuerte. Mikel Nieve y Mikel Landa demostraron en una etapa con muchos aficionados vascos en la ruta estar al nivel de los mejores del Tour y que serían líderes en cualquier otro conjunto. El alavés fue cuarto de la etapa y ya es séptimo en la general y su final de etapa fue impresionante.

Muchos le criticaron por no quedarse con Froome, pero poco se puede ayudar a un líder en las duras rampas finales. Fue Landa el que trabajó para Froome en los últimos dos kilómetros, el que respondió al ataque de Bennett en el último y quien preparó el sprint de su líder, que no pudo seguir a sus rivales.

Fue Aru el que lanzó la llegada y Bardet y Urán lo superaron. Entre los nueve primeros, que también copan el Top 10 junto a Quintana –que se quedó en Peyresourde y perdió 2:44–, apenas hubo 27 segundos, porque tampoco el final era para grandes diferencias, pero ayer más importantes que el tiempo fueron las sensaciones de ver a Froome a su nivel más bajo en el Tour.

Una fuga con Erviti

Hasta la subida final la etapa estuvo protagonizada por doce ciclistas que formaron una escapada en la que entró Imanol Erviti (Movistar) junto a De Kort (Trek), Matthews (Sunweb), De Gendt (Lotto), Gautier (Ag2r), Politt (Cofidis), Cummings (Dimension Data), Kittel y Bauer (Quick Step), Ulissi (UAE), Simon (Cofidis) y Kung (BMC)

Matthews buscó el primer puesto del sprint intermedio, aunque la presencia de Kittel evitó que le recortara muchos puntos en la clasificación del maillot verde, y en los puertos para defender el liderato de Barguil. Rowe y Knees se bastaron para mantener la fuga en una diferencia máxima de seis minutos que ellos mismos redujeron a los cuatro cuando empezó la subida al puerto de Balès.

Stephen Cummings demostró en el puerto más duro de los Pirineos que era el más fuerte de la fuga, pero ayer era imposible pelear contra el rodillo del Sky. Solo pudo pasar con dos minutos el alto a 30 de meta y Kwiatkwoski se bastó para dejar solo once corredores en cabeza a menos de un minuto en la primera parte del Peyresourde.

Fue entonces cuando empezó a tirar del grupo Nieve, que se salió de la carretera sin consecuencias con Froome, hasta que quedaban dos kilómetros. Ahí empezó a trabajar Landa hasta que Froome no pudo seguirle.

Landa se defendió ante las críticas

Mikel Landa se vio envuelto en una situación similar a la vivida cinco años antes en el mismo lugar entre Froome y Wiggins, cuando el entonces líder se quedó y el actual tuvo que parar cuando era más fuerte. Ayer Mikel Landa no paró para esperar a Froome y se explicó ante los responsables del Sky y en la meta, donde dijo que «ha sido un sprint de 200 metros en el que más que perder tiempo se estaba disputando la etapa y no se me ha ocurrido mirar para atrás. Iba muy bien y de haber jugado a disputar quizás podría haber quedado más adelante. No sé si ganar, pero sí disputar la etapa».

Sobre Froome apuntó que «no sé si le falta un punto, quizás otros años ha sido más dominante, pero quedan muchos días y demostrará que ya ha ganado tres Tours. Ha sido algo inesperado, pero no es un drama para nada. Están los tres primeros en apenas treinta segundos e igual que un día se puede ganar algo, otro día se puede perder». No espera que se dé importancia a su actuación, porque lanzó a Froome para ganar la etapa y, cuando se quedó, decidió disputarla y fue capaz de recuperar la distancia que le habían sacado los tres primeros, aunque no pudo remontarlos al final. J.I.