29 JUL. 2017 IKUSMIRA El inexorable paso de las hojas del calendario Imanol Intziarte Periodista Nos gusta creer que somos progres, modernos, una versión mejorada de nuestros padres y madres… como si ellos lo hubieran hecho mal, cuando en realidad se dejaron los cuernos para que no nos faltara de nada. Todo se te desmorona cuando ves las fotos de las horas previas al Hatortxu Rock, y te das cuenta de que doblas la edad, como poco, a la mayoría de los chicos y chicas que aparecen en las imágenes con sus tiendas de campaña, sus sacos de dormir y esas neveras en las que ya barruntas que bebidas isotónicas, las justas. No es que den envidia, que lo de sentarse en la hierba y dormir sobre una esterilla me atrae menos que meterme un destornillador bajo las uñas. Por no hablar de las resacas. Pero de repente te preguntas a la vuelta de qué esquina dejaste aquella época. Y murmuras un «buf, qué mayor me he hecho». Y te das cuentas de que dices prácticamente lo mismo que decían tus predecesores. No como algo negativo, sino como constatación de una realidad. Y quizá estés en esa época en la que ves cómo se acerca, inexorable, la fecha en la que una de las personas que aparecerá en esas fotos será tu hijo o tu hija. Y aunque eres consciente de que es ley de vida, te gustaría detener el calendario, o que al menos escucharan tus consejos desde el púlpito de tu experiencia. Pero sabes que no será así. Quizá no somos tan progres o modernos como creíamos. Tampoco vamos a avergonzarnos por ello. Quizá solo somos padres y madres corrientes. No me parece poco. Si te sientes así, que sepas que no eres una excepción.