Los europeos sorprenden a los africanos en los 800 metros

El sudafricano Van Niekerk no deja ningún margen a sus rivales en los 400 y ya es serio aspiarante a hacer el doblete en los 200.

Europa pudo con África en un hecho sin precedentes en los 800 masculinos, con un poderoso Pierre Bosse, que le dio el primer oro a Francia en esta modalidad, gracias a un final demoledor en la última cuerda. También acabó de manera explosiva el polaco Adam Kszczot para superar dos puestos y alcanzar una merecida plata en una sorpresiva carrera.

Wayde Van Niekerk hizo buenos los pronósticos y demostró que a día de hoy no tiene rival en los 400 metros masculinos. El sudafricano dejó patente su insultante superioridad en una final que dominó sin problemas, con un podio en el que se quedaron fuera los atletas norteamericanos por segunda vez en la historia. Van Nierke intentará el doblete en 200.

El actual campeón olímpico, Conseslus Kipruto, dio el duódecimo oro –de 17 mundiales– para Kenia en la modalidad de 3.000 metros obstáculos, en una carrera muy táctica, en la que el africano fue el más fuerte en un final en el que superó al marroquí Soufiane El Bakkali y al estadounidense Evan Jager, que ostentaba el mejor tiempo del año, pero que pagó el esfuerzo por tirar en el último tramo.

Un portentoso Sam Kendricks –5.95– volvió a dejar con la miel en los labios a Renaud Lavillenie de conseguir el título mundial en pértiga, el único que falta en su palmarés y además tuvo que conformarse con el bronce, superado por el polaco Piotr Lisek, que cometió menos nulos. El estadounidense fue el más regular de la competición con diferencia.

Barbora Spotakova, con 66.76, sumó su segundo entorchado mundial en jabalina (también bicampeona olímpica y plusmarquista mundial), tras soportar la presión de las participantes chinas Lingwei Li –66.25–, sorprendente plata, y Hui Hui Lyu –65.26–. Decepcionaron la irregular Sara Kolak y también Katharina Molitor.

La doble campeona mundial Zuzana Hejnova marcó el mejor registro de las semifinales de los 400 vallas femeninos con unos 54.59 que le permiten soñar con volver a subir a lo más alto del podio. La checa tendrá que superar dos duros escollos en las figuras de la jamaicana Ristananna Tracey –54.79– y, sobre todo, la estadounidense Dalilah Muhammad –55.00–, a la que se le vio muy sobrada.

En los 200 metros femeninos fueron más noticia las ausencias que la propia carrera. La gran sorpresa fue que no tomó la salida Tori Bowie –una de las favoritas–, ni tampoco Michelle Ahye. La prueba, por lo demás, discurrió por los derroteros esperados, con el mejor tiempo para Schippers –22.64–, pero seguida muy de cerca por Miller y Ta Lou, muy en forma.

La húngara Anita Marton, con un lanzamiento de 18.76, se postuló como la gran favorita para la final de peso femenino, bastándole un único intento para lograr la marca. En segunda posición se clasificó la estadounidense Raven Saunders, que necesitó dos lanzamientos para alcanzar unos 18.63. La jamaicana Danniel Thomas pasó como tercera con 18.42.

Foco de gastroenteritis

Ante la baja del botswano Isaac Makwala el lunes en las semifinales de 200 y ayer en la final de 400, al Comité Organizador de estos Mundiales de Londres no le quedó otro remedio que reconocer la existencia de un foco de gastroenteritis en uno de los hoteles oficiales que acogen a los atletas participantes. En concreto, se trata del Hotel Tower, donde se han registrado los casos y en el que se han alojado los deportistas alemanes y canadienses, algunos de los cuales han debido ser tratados por sus respectivos equipos médicos, como reconoció el organismo organizador.

Según algunos medios, atletas de ambos países sufrieron problemas estomacales a lo largo de la pasada semana, lo que ha provocado que los 30 deportistas germanos que se incorporaron ayer a la cita mundialista fueran alojados en otro hotel. «Ha habido varios casos de gastroenteritis comunicados por miembros de los equipos residentes en uno de los hoteles oficiales de los campeonatos del mundo, que han sido atendidos por los servicios médicos. Estamos trabajando con el ministerio de Salud Pública para controlar y contener la situación», se explicó en el comunicado.

Los responsables del Tower Hotel declinaron responsabilidad alguna en la aparición de este foco, al asegurar que las investigaciones en colaboración con los servicios sanitarios y la IAAF habían revelado que el centro «no es la fuente de la enfermedad». «Hemos seguido estrictos protocolos de higiene para asegurarnos de que los afectados no estén en contacto con otros clientes y todas las zonas públicas han sido revisadas», señalaron.