N.M.
ATLETISMO

Los 400, libres femeninos y vallas masculinos, a escena

Los 400, versión libres femeninos y vallas masculinos, serán los protagonistas estelares de la jornada de hoy. La todopoderosa Allyson Felix –15 oros, 6 platas y un bronce, entre juegos olímpicos y mundiales– tratará de revalidar en la primera modalidad el título obtenido hace dos años en Pekín en dicha distancia.

La estadounidense fue muy permisiva en su serie de semifinales, al conceder el triunfo a la junior Salwa Eid Naser (Bahréin), una de las posibles animadoras de la final y a la que se le augura un brillante futuro en esta prueba de velocidad. No parece que la atleta angelina vaya a ser tan condescendiente en la última carrera, pues querrá buscar la revancha con Shaunae Miller, a la que no pudo remontar en la recordada final de Río.

La de Bahamas es también candidata al triunfo, ganadora de otra de las series, con un tiempo calcado al de la otra norteamericana, Phyllis Francis, quien a su vez entra dentro de las quinielas de las posibles vencedoras. Las tres son las únicas que han bajado de 50 segundos en lo que se lleva del presente curso.

El otro polo de atención estará en los 400 vallas masculinos, en una prueba que se presenta muy equilibrada, si bien el estadounidense Kerron Clement asoma con una relativa ventaja sobre el resto. Él y el turco Yasmani Copello son los únicos participantes que han rebajado el crono por debajo de los 48 segundos.

Habrá que estar muy atentos, en todo caso, a las actuaciones del otro norteamericano TJ Holmes y del catarí Abderrahaman Samba, ganadores ambos de sus respectivas series, además del suizo Karien Hussein, muy valiente en las semifinales.

La tarde se completará con las semifinales masculinas de 200 metros –con los Van Niekerk, Blake y compañía–, además de la final del lanzamiento de peso femenino y las clasificatorias de los 3.000 metros obstáculos femeninos, salto de longitud femenino, lanzamiento de martillo masculino y la carrera de 5.000 metros masculinos.

Rojas, la humilde dormida

Yulimar Rojas fue una de las estrellas de la tarde del lunes, al colgarse el oro en la prueba de triple salto. Lejos de celebrarlo como suele ser habitual, la atleta venezolana optó por descansar. «No hice nada especial anoche, solo dormir», reconoció la triplista sudamericana a la mañana siguiente.

Una naturalidad, y también humildad, que fue resaltada por su entrenador, Iván Pedroso, al asegurar que «es una atleta muy sencilla, muy humilde, su fuerte es su forma de ser, es lo que la va a hacer muy grande. No se le va a subir el oro a la cabeza, aquí estoy yo para eso», aseguró el afamado saltador cubano.