Por alguna razón se están sacando a la luz los sueldos o salarios de algunos trabajadores de diferentes programas y cadenas de la televisión. Son sospechas, rumores, filtraciones que no acabo de entender el objetivo por el que se van sacando a la luz. Las cadena del duopolio mueven muchos millones de euros, son sociedades anónimas y su negocio es ofrecer contenido al más bajo precio de coste y vender mucha publicidad al más alto. Los conflictos pueden venir con el uso de los dineros públicos de manera alocada en las cadenas de titularidad pública estatal o autonómica.

Escribo bajo un severo síndrome de retención de opinión. Hablar de sueldos, salarios cuando estamos viviendo una situación curiosa con una huelga en un aeropuerto utilizada por el Gobierno español para hacer un gesto de poderío, pero que no sabemos absolutamente nada o casi nada de los motivos ni las reivindicaciones ni los salarios de los trabajadores de esa empresa que subcontrata la seguridad privada. ¿Se acuerdan de aquellos años en los que repudiábamos ser mileuristas? Hoy es un salario medio aceptable y con casi ninguna protección real.

Se sabe que han bajado los salarios que cobran tertulianos, colaboradores, concursantes, pero aumentan los de los cuadros directivos y la de las figuras de las cadenas. Es una relación de mercado bastante entendible en cuanto reproduce un sistema instaurado tras las reformas laborales y la estafa de la crisis. Pero existen salarios descomunales. Nos enteramos que Lina Morgan ganaba una desorbitada cantidad por cada entrega de “Hostal Manzanares” en TVE. ¿Cuánto cobraba Bertín Osborne en el mismo canal? ¿Y los evasores de impuestos de “Cuéntame”? Los concursantes según informaciones recientes de ciertos realitys están con el salario mínimo. Cuesta creerlo. Todos esperan al día después.