Raimundo Fitero
DE REOJO

Pinchazos

Dentro de mi estado paranoide escucho a los sindicatos de Eulen en Barajas y aseguran que no irán a la huelga para no molestar a la ciudadanía. En el mismo renglón se nos dice con datos estadísticos que la diferencia de pasajeros que pasan por El Prat y Barajas es de un uno por ciento menos en Barcelona. Pero tiene, oh, qué curiosidad, la mitad de trabajadores en la seguridad privada. ¿Quién está detrás de Eulen? No parece normal nada en este conflicto localizado.

Todo son pinchazos en mi corteza perimetral de un cráneo subsumido en la decadencia veraniega y el consumo de productos televisivos pasados de fecha de caducidad. No quiero ni hablar. Me acalora y debo cuidar mi tensión arterial. Pero sale Rafa Diez Usabiaga y lo ponen en las cabeceras para dar una sensación de continuidad de actividad. O se cuenta que en Euskal Herria y Madrid es donde las pensiones son más altas y se dice con tan poca contextualización que parece que eso sea fruto de una prebenda. Pues no, es que han cotizado más, durante el tiempo adecuado, y por eso tienen sus jubilaciones más o menos adecuadas para defenderse. No vale la pena decir dónde habitan los que menos cobran. Las desigualdades crónicas.

Mientras, a Donald Trump le dimiten colaboradores al por mayor, se nos da una estadística sobre los muertos por la heroína en EEUU y resulta que en un año son más que todas las bajas en las guerras que se mete el imperio. Sobre las causas se apunta a que los médicos recetan muchos opiáceos de farmacia para aliviar los dolores pero, como el sistema es tan injusto, llega un momento en que no hay recetas con rebaja, se debe pagar el precio que ponen las farmacéuticas y resulta mejor comprarlos en la calle a mejor precio. Y mueren blancos, negros, asiáticos, cobrizos y hasta ricos. Alerta.