Raimundo Fitero
DE REOJO

Bestiario

A veces Verdi viene en nuestra ayuda. O los programadores de una de esas cadenas imprescindibles que tiene una programación continua de música clásica, óperas, ballets. Digo Verdi, pero digo Brahms, Vinicius de Moraes o los joteros de  la Misericordia. Es la música la que hace que las bestias se parezca mucho a las postales turísticas. No puedo leer sin crearme parábolas, en cambio puedo escuchar músicas y letras sin apenas hacerme otra construcción que la de la paz, el amor o la codicia. Y la vida sigue. Por lo tanto la muerte llega. Y llega en aluvión o de uno en uno. Jerry Lewis es uno de esos cómicos que pudieron confundir durante tiempo. Todavía soy capaz de verme sin levantarme a buscar agua “El doctor chiflado”. Su biografía es muy amplia, pero escribió uno de los mejores libros sobre dirección de cine. Hace décadas, cuando nos creíamos que solamente era un caricato que hacía pareja con ese canalla simpático llamado Dean Martin. Su humor, su exacerbada gestualidad podía lograr la locura o la repulsa. Por épocas. Lloré de risa. Me distancié. Al ver sus películas después tantas veces en televisión empecé a encontrar un equilibrio. Y llegué a la admiración total. Era una persona con una formación exquisita. Se ganaba la vida haciendo reír. Ya es historia. A la vez ha muerto Nati Mistral que en su últimas apariciones televisivas lo hizo con el más franquista de los presentadores de Intereconomía y no renunció a su ideario ultra. Podía cambiar de chaqueta, declararse demócrata de toda la vida. No lo hizo. Me cuesta reconocerle lo que amaba a Lorca y lo bien que lo decía, lo cantaba o lo recitaba. Es una contradicción suprema. Actriz de casta, con poca televisión, reconocida más como folklórica que como artista total. Forma parte de mi bestiario particular donde guardo bichos raros en extinción.