09 SET. 2017 DE REOJO Una lección Raimundo Fitero La prosodia, el tono, la declamación, el énfasis. Estoy viendo a Gloria Sierra, la voz, la presentadora-narradora de “Equipo de investigación” de La Sexta. En “Zapeando”, promocionando la nueva temporada, ha dado una lección. O dos o tres. Usar esa técnica narrativa, su voz enfatizada, en cualquier circunstancia, tanto para narrar el paso de un vídeo o comentar de forma sumarial un vídeo de gatos y pepinos o de niños tiernos. Y hacerlo de tal manera que crea otra emoción. O crea otra manera de ver lo que se nos ofrece. Es la voz, su uso, su modulación la que nos va acomodando para recibir el mensaje de una manera más eficaz. Y la lección de Gloria Sierra, es que eso lo hacía mientras estaba siendo entrevistada en la mesa de manera distendida. Demostrando tener un sentido del humor extremo, capaz de contar anécdotas de consoladores en un estudio de televisión o de cómo fue amenazada con una catana en uno de los reportajes de espacio que promocionaba. Es decir, la lección era demostrar que en cada ocasión es necesario tener una manera de explicar y su forma de presentar, ese sistema Gloria Sierra, que ya había desarrollado en otros programas televisivos, aunque sin enfatizar de la mima manera, es una herramienta, un instrumento más para darle contenido a partir de la forma, de comunicar con nuevos ingredientes. Estaba pensando en cómo narraría Gloria Sierra lo que está pasando en el Parlament de Catalunya, en la Moncloa, en el TC. Con su sabiduría podría darnos el punto exacto para saber si estamos ante una parodia, un drama, una estafa o el principio de un cambio. Veo las imágenes distendidas entre Puigdemont y Alicia Sánchez Camacho tomando café y tengo que hacer muchos esfuerzos para comprenderlas. Esas risas, esa camaradería, no parecen lógicas. Si nos lo cuenta Gloria Sierra seguro lo entendemos.