17 SET. 2017 JO PUNTUA ¿Y los españoles, qué? Fede de los Ríos Están ustedes cometiendo un error», refiérese el gallego muy español y mucho español al querer votar de los catalanes, «y nos van a obligar a lo que no queremos llegar». ¿Dónde no quiere llegar maese Rajoy? ¿Más que mandar a los militares de la guardia civil a las imprentas, periódicos y a la búsqueda de papeletas y urnas? ¿Más que lanzar a jueces y fiscales a por alcaldes por facilitar el voto en una urna? ¿Más que impedir el derecho de expresión y de reunión? «No subestimen la fuerza de la democracia española, la democracia española es muy fuerte y España es una gran nación. Y hay que felicitar hoy especialmente a la Guardia Civil por requisar 100.000 carteles de propaganda». Lo ha dicho todo seguido el registrador de la propiedad. Gran nación, gran nación… en extensión no es pa tanto y al parecer, en breve, mermará bastante. Relacionar democracia con requisa de carteles resulta innovador. Siendo democracia a la española quizás siempre fue así. No soy nadie para dar o quitar razones al estadista del Reino. ¿A qué se van a ver, pues, obligados sin quererlo, ante la terrible demanda de introducir unas papeletas en una urna? ¿Mandarán a los de la Conferencia Episcopal Española tras el botafumeiro tan querido por Mariano, a modo de ariete, Rambla arriba Rambla abajo exorcizando a los de la barretina y a las de la gandalla al objeto de echar de sus cuerpos el demonio del referéndum? ¿Cargará Josemari a caballo, por el Passeig de Gràcia, vestido de Don Pelayo, brazo incorrupto de Santa Teresa en ristre, dando mandobles a derecha e izquierda mientras su escudero Jorge Fdez. Díaz junto con el ángel Marcelo llevan en andas a la Virgen del Pilar inundándolo todo de olor a naftalina? Más letal para el cerebro que el gas sarín. Y detrás la cabra de la legión y sus muchachos. Mientras, la intención de voto en España sigue dando ganador al PP. Lo raro es que no se quieran ir hasta los de Cuenca. Mientras, la intención de voto en España sigue dando ganador al PP. Lo raro es que no se quieran ir hasta los de Cuenca