Dejan Todorovic siempre despierta esperanzas. Sus piernas le dieron la entrada en la Liga ACB, aunque solo fuera para correr, saltar y defender. Con el tiempo, está afianzando un tiro muy interesante fruto del trabajo. Y ahora que las vacas sagradas de Bilbao Basket van tocando a retirada, le corresponde dejar de ser una promesa para ser uno de los líderes bilbainos.

«Cuando se trabaja, siempre se nota la mejora. Echo muchas horas a mi trabajo y con las nuevas caras que hay en el equipo, empiezo a ser uno de los veteranos. Desde luego, espero que la experiencia que voy adquiriendo sirva para que los nuevos compañeros se adapten bien a la Liga», reconocía.

Unidad y objetivos

Las dificultades económicas limitan el mercado bilbaino, y la experiencia del año pasado, en el que dos buenos comienzos de vuelta se tradujeron en decepcionantes resultados, sin Copa ni play off, ha vuelto prudentes a los hombres de negro.

Pero Todorovic espera que el equipo mire para arriba. «Tenemos una buena mezcla de jóvenes y veteranos y confío en que vayamos a conseguir una buena química para intentar los objetivos. La intención es ir a la Copa o al play off, pero para ello el grupo tiene que estar muy unido. En eso trabajamos», explica.

«Una de las peores sensaciones es empezar bien y quedarte en el camino, como el año pasado. Hay que demostrar que podemos aprender de los errores», afirma el joven alero.