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BALONCESTO | Gipuzkoa Basket

Con la cabeza alta pese a perder

Los donostiarras remontaron una desventaja de 15 puntos hasta igualar a 53, de la mano de Swing y Norel. Oliver decantó el duelo.


GRAN CANARIA 84

GIPUZKOA BASKET 76


La vez anterior que Gipuzkoa Basket asomó la cabeza por el Gran Canaria Arena, tuvo que regresar con un 97-64 adverso. El conjunto donostiarra volvió a caer ayer, en su regreso a la Liga ACB; pero pese a la derrota, los de Porfi Fisac pueden tener la cabeza alta. Lucharon hasta el final, supieron remontar hasta 15 puntos de desventaja y solo la habilidad de un «gran reserva» como Albert Oliver les impidió dar la sorpresa.

Una sorpresa que durante unos pocos minutos sí pareció sobrevolar la pista grancanaria, ya que a golpe de triple Gipuzkoa Basket se fue hasta de ocho puntos. Fue un espejismo, pero sí que dibujó el carácter peleón que iban a mostrar los de Porfi Fisac, guiados en Henk Norel y Jordan Swing, que aceptaron su rol a la perfección, así como jugadores como Salvó, que debutó dignamente en la élite, e incluso Clark o Fakuade. A Gipuzkoa Basket le faltó quizá un poco más de banquillo, comprensible en todo caso por las apreturas económicas, por la ausencia de Chery y porque Van Lacke llegó al partido aún tocado.

Después del 23-18 del primer cuarto, Herbalife Gran Canaria amagó con romper el partido. Es más, el 47-34 del descanso parecía el preludio de otra paliza que tendrían que encajar los donostiarras ante los «¡pío, pío!». En ese segundo cuarto fue cuando más se evidenció las carencias de los de Fisac en cuanto a fondo de armario y recambios. Reservas como Paulí o Pasecniks le dieron a Gran Canaria una marcha más que en esos momentos se atragantó a los donostiarras, incapaces de seguir el ritmo y que parecían haberse rendido definitivamente.

Nada más lejos de la realidad. Después de calentar motores, Swing anotó el grueso de sus puntos en el tercer cuarto. Unido al control guipuzcoano del rebote –ganaron la pelea bajo el tablero por 34-40– el duelo entraba en la recta final con 61-57 en el luminoso, después de un último estirón local, toda vez que Norel había conseguido empatar el duelo a 53. Quizá a los de Porfi Fisac les faltara ponerse por delante.

En pie hasta el final

Gran Canaria saltó a la cancha en el último período dispuesto a dejar las cosas en su sitio. Su infinito banquillo aportó como era de prever –anotaron una canasta todos y cada uno de ellos, con mención a las 7 asistencias que repartió el base israelí Gal Mekel– y un alley oop que completó Oriol Paulí volvía a abrir brecha en el marcador: 71-61.

Pero ya a esas alturas Gipuzkoa Basket no se iba a dejar llevar. Dani Pérez, que pese a estar solo en el puesto de base –Oroz le echó una mano– y poco acertado en el tiro, al menos supo mover bien al equipo, logró encontrar a Henk Norel, y el holandés pudo buscarse la vida en la pintura. Entre los dos, Gipuzkoa Basket volvió a meter el miedo en el cuerpo grancanario al arrimarse 79-76, superando Norel a Balvin en su lucha bajo los aros.

Pero ahí terminó la resistencia donostiarra. Después del tiempo muerto solicitado por Luis Casimiro, un triple de Albert Oliver, seguido de dos tiros libres del «abuelo» de la ACB, estiraron el marcador hasta el 84-76 definitivo. Un marcador que deja a las claras que Gipuzkoa Basket se enfrentaba a un rival de cuidado y lleno de recursos, pero ante quien ofreció una imagen muy digna. Ahora toca refrendar esa imagen el miércoles en Illunbe ante el Betis. Ojalá se llenen las gradas.

El pleito de los himnos llega también a la NBA

Hace un año que el exquarterback de los San Francisco 49ers Colin Kaepernick protestó contra el racismo en los EEUU hincando la rodilla mientras sonaba el himno de su país. Aquello generó reacciones airadas del presidente Trump y división en la NFL. Y Kaepernick sigue en paro.

El pleito llega a la NBA. La Liga prohibió a los jugadores exhibir lemas en las camisetas de calentamiento, tras la actitud de LeBron James, en protesta contra la policía tras varias muertes de jóvenes de raza negra. La negativa de Stephen Curry de ir a la Casa Blanca para no estrechar la mano de Trump y la posterior cancelación de la invitación a los Warriors, ha sido el último capítulo.

A este respecto, el comisionado de la NBA Adam Silver declara que «la voz de los deportistas ha de ser escuchada», pero espera que «todos» cumplan con lo establecido por la Liga, que envió un comunicado interno en el que se pedía a los jugadores y entrenadores permanecer de pie cuando sonase el himno. GARA