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DE REOJO

Piqué


Acusar a un jefe de policía de sedición, es algo muy grave. Está pasando con Josep Lluís Trapero. Está convocado a la Audiencia Nacional por la graciosa jueza doña Carmen Lamela como imputado. También a los dos Jordis más famosos de Catalunya de hoy: Cuixart y Sánchez. El desiderátum. Hay que mantener la hoguera bien caldeada para poder llevar a término todo el plan de ocupación y allanamiento. Alfonso Guerra les ha echado una buena mano, pide que se use el ejército. Lo lleva en su miserable mente corrupta y derechista este bocazas, que es el instigador de los recortes del Estatut.

Gerard Piqué, jugador del Barça y de la selección española de fútbol votó, hizo declaraciones y ha sido vilipendiado de manera extrema por la prensa madridista y españolista, que es casi un pleonasmo. Ayer dio una rueda de prensa que en las cadenas de televisión ocupó, en directo, categoría de noticia política. Sus declaraciones fueron exquisitas, claras, inteligentes, educadas, políticamente significativas. Urdangarin jugó en ambos equipos, pero  al balonmano, y su cuñado salió a tirar piedras sobre su ignorancia política. Le faltó que en vez de usar su Palacio de La Zarzuela, se hiciera desde Génova 13, sede del PP. Su discurso no hizo otra cosa que aumentar la tensión y ampliar los deseos de República.

Piqué es un ejemplo de jugador de fútbol, millonario, pero culto, de familia bien de la zona alta de Barcelona, que tiene una proyección pública extraordinaria por ser el padre de los hijos de Shakira, por ejercer de culé y de ciudadano catalán. ¿Dónde está escrito que un jugador de fútbol no pueda expresarse políticamente cuando le dé la gana? Pues en el código totalitario de algunos tertulianos y periodistas. Inda, un protofascista y corrupto, hizo llorar en mejor estilo de matón a una compañera en Antena 3.