Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Del amor al odio

Robben decía que su hijo benjamín entrenaba más que él con Ancelotti, mientras Neymar y Cavani firman las paces a base de goles.

Anderlecht y Standard de Lieja se medían esta jornada en uno de los clásicos del fútbol belga, en un territorio plano de pasión escarpada cuando se enfrentan malvas y rojos. Una rivalidad histórica, política, cultural y sociológica, donde «se puede cambiar de nacionalidad, se puede cambiar de trabajo, se puede cambiar de sexo, ¡pero no se puede cambiar de club!», como enfatizaba Jean-Michel De Wael, sociólogo del Deporte en la Universidad Libre de Bruselas. La capital, entendida como la metrópoli rica, poderosa y burguesa; Lieja, la Ciudad Ardiente, primera urbe de Valonia, región de larga tradición industrial, de ahí la imagen sencilla y popular de sus habitantes. Supremacía de ambas que en el fútbol ha venido a menos los últimos años. Esta jornada, los locales ganaron 1-0, pero un vistazo a la tabla deja a los malvas 7º y a los rojos en 12º lugar, en una Liga belga que comanda otro histórico, el Club Brujas, seguido del Charleroi.

Este domingo en la Premier League se enfrentaban cara a cara dos belgas, ambos formados en el mismo club, un Genk que ahora mismo es 10º, pero una de las canteras más fértiles de aquel balompié. En el club de Flandes, en una ciudad de poco más de 60.000 habitantes, han surgido jugadores cotizados como el nigeriano Nididi, fichado por el Leicester para suplir la marcha en su día de N’Kolo Kante, último de un rosario de nombres entre los que están el central Koulibaly, del Nápoles; el delantero Origi, del Liverpool; el poderoso ariete Benteke, ahora en las filas del Aston Villa; o Yannick Carrasco, del Atlético. Pero dos nombres destacan sobre los demás, Thibaut Courtois, guardameta del Chelsea, y Kevin de Bruyne, una de las joyas del City de Pep Guardiola.

Dos jugadores que curiosamente hace un par de años tuvieron un lío parecido a aquel de Mauro Icardi y Maxi López, cuando la pareja del segundo se fue con el primero. En el caso de los belgas, la novia de Kevin confesó haberse acostado con Thibaut el mismo día que rompió con el hoy citizen. «Esa noche, Thibaut me ofreció más que Kevin en tres años. Con él tenía conversaciones interesantes e incluso me cocinó. Kevin jamás hizo algo así». Tal cual.

Chelsea y City protagonizaban el partidazo de esta jornada en Inglaterra, Antonio Conte ante Pep Guardiola. Dos aspirantes al título. Y un golazo de ‘Tintín’ De Bruyne a Courtois puso en bandeja los tres merecidos puntos a los Citizens y de paso quién sabe si saldó un ajuste de cuentas personal. Un 0-1 inapelable que ha desatado críticas hacia Conte por sus errores –Álvaro Morata se lesionó–, y que reivindica a los del técnico catalán como uno de los, este curso sí, serios candidatos, mano a mano con el United de José Mourinho. Manchester manda.

Los Reds Devils fueron implacables ante un Crystal Palace que bate recórds negativos, tanto que todavía no sabe lo que es hacer un gol en siete jornadas. Y como él no los hace, ya está Lukaku para anotar el suyo o hasta otro belga, el melenudo Fellaini, para hacer un doblete. 4-0 final.

Tras City y United, el Tottenham del ‘aviador’ Harry Kane. El delantero inglés suma once dianas en seis partidos en todas las competiciones en setiembre. Al Huddersfield le hizo un doblete en el 0-4 de los Spurs y en Inglaterra ya se preguntan si el goleador de 24 años no superará al mismísimo Alan Shearer y sus 260 tantos en Premier. El niño que se inició en las inferiores del eterno rival Arsenal, que dedutó como profesional en el modesto Leyton Orient, tiene dos perros con sendos nombres de mariscales ingleses y le encanta jugar al golf. Para su entrenador Mauricio Pochettino, «es mejor que Cristiano Ronaldo», aunque teniendo en cuenta que el año pasado dijo aquello de que «estoy enamorado de Harry Kane», sorprende menos.

¿El año del Napoli?

A los que se les rompió el amor fue a algunos jugadores del Bayern con su ya extécnico Carlo Ancelotti, que ya ha avanzado no dirá ni mú y se toma diez meses de bien pagadas vacaciones. La directiva bávara se limitó a certificar el malestar de algunos pesos pesados, entre ellos un Franck Ribery –que se ha lesionado para varios meses– o el holandés de ‘cristal’ Arjen Robben, quien, según ‘‘Kicker’’, habría asegurado –aunque lo ha negado– que su hijo Luka entrenaba más duro en el benjamín que él bajo las órdenes de Carletto. «No puedes tener a jugadores estrella en tu contra, es como meter al enemigo en tu cama», ha argumentado Ulrich Hoeness, mandamás del club. El suyo es el despido más prematuro en la historia del Bayern.

Müller, Hummels, Neuer o Boateng fueron otros de los que se quejaron a la cúpula del club muniqués. Decían que se entrenaba poco y que incluso el preparador físico fumaba, o incluso que el técnico tenía comidas con jugadores como James o Thiago. Así las cosas, un exjugador como Willy Sagnol –fichado el año pasado ante la falta de mano dura de Ancelotti– ha asumido el banquillo a la espera, se dice, de Thomas Tuchel– «tiene que ser mi sucesor en Múnich», aventuró Guardiola en su día tras charlar con el joven entrenador–, mientras el Bayern se va dejando puntos por el camino. Su nuevo empate lo aprovecha el Borussia Dortmund para ponerse con cinco de ventaja. Un fin de semana en el que nos alegramos de que el gran Claudio Pizarro haya encontrado club a sus 39 años. El peruano vestirá el dorsal ‘39’ en el Colonia, colista de la Bundesliga.

‘‘L’ora di Napoli’’ titulaba ‘‘La Gazzetta’’. Porque si en Alemania no lidera el Bayern, en Italia tampoco la Juve por primerez vez desde hace un año. El aclamado Napoli de Maurizio Sarri –siete victorias de siete, tres goles de media por partido– marcha primero con 21 puntos, por 19 los ‘bianconeros’ y el Inter. Y todo porque los de Turín se dejaron un empate en casa de la revelación Atalanta, pena máxima fallada por Paulo Dybala incluida, primera que yerra. Un penalti para el que se requirió el VAR, ese que empieza a dejar huella. Tras 7 jornadas en la Serie A se han pitado 33 castigos, casi el doble del año pasado.

El Colo-Colo, con los mapuches

Nada cambia para el Milan, derrota y dolorosa 0-2 ante la Roma –séptimo gol del bosnio Dzeko– con el público yéndose de San Siro y a la vuelta del parón derbi ante el Inter. Los romanos son cuartos y el otro equipo capitalino, la Lazio, goleó 6-1, con debut del portugués Nani –en italiano ‘enano’–, ex del United y de reciente paso por el Valencia. También un set le propinó el PSG a un Girondins de Burdeos que había encajado 7 goles en 8 jornadas. Neymar y compañía le hicieron 6 en 60 minutos. Tremendo. El brasileño y Edinson Cavani parecen ya amigos, y así los del jeque ya suman siete victorias y llevan camino de récord anotador.

Jornada en la Ligue 1 marcada por esa avalancha en el campo del Amiens, decenas de heridos, y el Lille de Bielsa que ganaba 0-1 cuando se suspendió el duelo. Aunque para mal fario el de Nolan Roux, jugador del Metz, que con 1-0 a favor del Nantes lanzó un penalti en el último minuto; marca, pero el colegiado ordena repetirlo; repite y lo lanza a las nubes. Su vida en un instante.

No un instante sino un mes entero, el de octubre, es el que dedicará el Alianza de Lima peruano al Señor de los Milagros, que preside además su estadio. Y a tal fin se viste de morado en sus partidos, una tradición del club que repite de manera religiosa desde 1917. Mientras, no muy lejos, en Chile, el Colo-Colo, así llamado en honor a un cacique mapuche, no olvida sus orígenes y lo reivindicó con una pancarta: ‘‘108 días de Huelga de Hambre del Pueblo Mapuche. No a la Ley Antiterrorista’’.