Fermin Munarriz
Periodista
IKUSMIRA

«Males mayores»: fuerza contra inteligencia

Las últimas semanas, para representar el proceso soberanista catalán, se ha recurrido a la metáfora del ajedrez, un juego de astucia, inteligencia y visión estratégica.

Sabíamos que uno de los contendientes jamás cambiaría de tablero, pues en ello precisamente radica su fortaleza, su credibilidad internacional y, por tanto, su capacidad de culminar con éxito: democracia y civismo. Sabíamos, también, que la otra parte, al verse superada, cambiaría los peones y alfiles por los guantes de boxeo. Es, además, una constante histórica.

La ciudadanía catalana ha sabido mantenerse en el tablero y esquivar los golpes represivos y las trabas con una demostración extraordinaria de habilidad, organización, templanza e inteligencia. Y hasta ingenio y humor, dos buenos ingredientes para toda rebelión. Ellos han marcado los tiempos de la partida con una destreza magistral. Y el referéndum que no se iba a hacer se hizo; y además, sin que se hubiera descubierto una sola urna, para desconcierto de quienes subestimaban al pueblo catalán.

El bruto llega desbordado y despechado. Y al parecer, también sonado, con poca capacidad de discernir, pues para el mismo problema, ampliado, sigue insistiendo en la misma receta, ampliada: más fuerza. Lo anunció el rey de España y lo hizo ayer Rajoy advirtiendo de «males mayores» y el Tribunal Constitucional suspendiendo el pleno parlamentario a petición del PSC.

Por ello comparto la síntesis que hizo Artur Mas de lo vivido el 1-O: «Ví un Estado español del siglo XIX y una sociedad catalana del siglo XXI».