Raimundo Fitero
DE REOJO

Exilio

Comprenderán que sienta un vértigo incontrolable cuando decido poner un título inspirado por alguna noticia referente a la República catalana, y comenzar alguna argumentación. El Molt Honorable President Carles Puigdemont y cinco de sus consellers están en Bélgica con la sana intención de pedir asilo político. Un ministro del Reino de Bélgica, flamenco para más señas, les había indicado días antes que serían atendidos. Esto que acabo de escribir, me espanta, debo pellizcarme para seguir. ¿Es verdad, rumor, entelequia, sueño propio, pesadilla, genialidad de esos guionistas secretos de este espectáculo político con tintes de epopeya, aunque a veces parezca un sainete trágico?

El domingo estaba Puigdemont en su Girona natal donde el equipo titular, con el mismo nombre y en su primera vez en primera división de La Liga española, ganó al Real Madrid. El presupuesto más bajo le dio una lección de pundonor y profesionalidad, al equipo de mayor presupuesto de La Liga y, probablemente, de los mayores de Europa.

No se admiten chistes políticos baratos. Esta victoria inesperada se ha convertido en algo simbólico. Y en el abundamiento en la crisis madridista, es decir de Florentino y por reflejo de Rajoy. Excusas, ha sido imposible frenarme. Ese monstruoso señor que está al frente de la Fiscalía General del Estado facción PP, en el mismo momento del lunes interponía querellas criminales en la Audiencia Nacional y en el Supremo, acusando a todo el gobierno, la mesa del parlamento y no sé qué más de supuestos delitos gravísimos, que les pueden llevar decenas de año a la cárcel. No han querido engordar la lista de “Jordis” en Soto del Real y han decidido ponerse a cubierto. Esto ya es producción propia, y a lo mejor, formar el primer gobierno de la República catalana en el exilio.