Beñat ZALDUA
donostia
PULSO ENTRE CATALUNYA Y ESPAñA

Junqueras afirma que su candidato es Puigdemont, pero sitúa a Rovira de presidenciable

El líder de ERC dio ayer varias pistas en una carta desde la cárcel. Aseguró que Puigdemont es el candidato de todos los independentistas, aunque al mismo tiempo situó a su número dos, Marta Rovira, como presidenta. Destaca también la búsqueda de complicidades con los comuns. Mientras, los partidos apuran los plazos para formar las listas.

El momento es confuso como pocos. Las declaraciones de dirigentes independentistas apuntando que el Govern no estaba preparado para sostener la República recién proclamada en un contexto de violencia, amplificada convenientemente por los altavoces mediáticos españoles, añade incertidumbre a un momento marcado por el repliegue de los partidos, que apuran las horas para cerrar las candidaturas. Mañana es la fecha límite, aunque las listas ya están más o menos confeccionadas. Con todo, ya hay suficientes pistas que permiten empezar a vislumbrar el horizonte con el que el independentismo acudirá a las urnas el 21D.

La mayoría de las claves se deducen de la carta que el vicepresidente catalán y líder de ERC, Oriol Junqueras, envió ayer a la militancia de su partido desde la cárcel de Estremera. Destacan tres puntos por encima de todos. En primer lugar, pese a ir en listas separadas, Junqueras confirma que el candidato «es el president legítimo, Carles Puigdemont». «Con estas elecciones, el bloque del 155 pretendía legitimar la destitución del president, del vicepresident y de todo el Govern. Y nuestra respuesta inequívoca será garantizar que después del 21 de diciembre el PP y el PSC no consigan su objetivo». Primera duda aclarada.

En segundo lugar, pasó el testigo a la secretaria general, Marta Rovira: «Va siendo hora de que en este país una mujer esté al frente, una mujer que nunca se rinde». Y en tercer lugar, ampliar el abanico de apoyos: «Necesitamos tejer complicidades con aquellos que, desafortunadamente, equiparan República y 155». «Por dolorosa e incomprensible que a veces nos resulte su actitud, da igual, la mano la tenemos que tener extendida», añadió Junqueras en referencia explícita a Ada Colau y Catalunya en Comú.

De hecho, Junqueras estrenó también marco discursivo: bloque del 155. Allí van Ciudadanos, PSC y PP, y fuera quedan, de forma natural, los comuns, con los que el independentismo se verá obligado a tejer alianzas si quiere buscar mayorías más holgadas a partir del 22 de diciembre. El combo de Junqueras tendrá recorrido, por lo que conviene memorizarlo: Puigdemont president, Rovira líder en la práctica y maniobra de seducción a los comuns en marcha.

Listas electorales a punto

Faltan 48 horas para que acabe el plazo, pero a grandes rasgos las listas electorales que presentarán los partidos están ya claras. Lo están sobre todo en el unionismo, donde solo el PSC ha intentado atraer a candidatos de fuera del partido, aunque con dudoso éxito: solo ha sumado a los restos de Unió y a figuras de Societat Civil Catalana. Josep Antoni Duran i Lleida, líder de CiU en Madrid durante años, anunció ayer su voto a Miquel Iceta. Sorpresas que da la vida.

ERC, que incluirá en la candidatura a sus consellers en la cárcel y en el exilio, así como a varios independientes, confirmó el fichaje estrella de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que ocupará el cuarto lugar por Barcelona. La lista completa se publicará mañana.

Por su lado, la CUP dio a conocer los nombres que ocuparán los puestos de su candidatura con posibilidades de ser elegidos. Los diputados de la CUP no pueden encadenar dos mandatos consecutivos, pero repetirán Carles Riera (cabeza de lista) y Mireia Boya (por Lleida), que entraron en el Parlament con la legislatura ya empezada. Otros nombres conocidos son los de Natalia Sànchez, miembro del secretariado nacional que encabezará la lista en Girona, el abogado Vidal Aragonés, el hasta hace poco jefe de prensa de la CUP Jordi Salvia, o la escritora Bel Olid, cuya colaboración se pudo leer en estas páginas durante la campaña del referéndum del 1-O.

La candidatura que más incógnitas genera es la de Junts per Catalunya, que será la marca electoral con la que concurrirá el PDeCAT, con Puigdemont de candidato. Así lo confirmó ayer en Barcelona el Consell Nacional del partido, que dio al president manga ancha para elaborar la lista que considere oportuno. O la que pueda. Informaciones periodísticas apuntan a que figuras relevantes del partido como Marta Pascal, David Bonvehí o Neus Munté no irán en las listas, donde se dejará espacio a figuras independientes.

Sí que estarán presentes los consellers encarcelados. Junto a ellos, el PDeCAT aspira a que el líder de la ANC también en prisión, Jordi Sànchez, figure en la lista, pero esta información no se ha confirmado todavía. Sí que está claro, porque así lo anunció Òmnium Cultural, que el presidente de esta otra entidad, Jordi Cuixart, no integrará ninguna candidatura. El PDeCAT dará a conocer las listas, según informaron, durante la jornada de hoy.

¿Y el frente común?

Aclaradas, o casi, las listas independentistas que concurrirán a las elecciones, el movimiento tiene ahora el reto de consensuar varios puntos que todas las candidaturas puedan compartir, algunos también Catalunya en Comú. De momento, Rovira y Puigdemont mostraron el martes en Bruselas su total predisposición a hacerlo, si bien no ha trascendido todavía cuáles podrían ser esos puntos en común, más allá del evidente rechazo al 155 y a la reclamación de la puesta en libertad de los presos políticos. Hoy hace justo un mes que Sànchez y Cuixart ingresaron en Alcalá Meco.

Los apuntes del día

Demoledor informe de la OCDE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dio un correctivo ayer al Estado español, al que situó como el país europeo que peor distribuye la renta disponible. Es decir, el más desigual. También reflejó su escasa calidad democrática.

Grietas en el 155

A las protestas explícitas –y a las trabas implícitas– de los trabajadores de varias consellerias ante la tutela del Estado, ayer se sumó la dimisión de cuatro altos cargos de los Mossos, que pasaron a la reserva para no obedecer las ordenes del Ministerio.