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DE REOJO

Sedimentan


Acuse de recibo. Tengo una paciencia atemperada por una situación compleja de salud y, juro, que paso horas viendo la televisión, surfeando por las decenas o centenas de  opciones de mi plataforma de pago. Veo series muy interesantes, películas de todas las épocas, bloques de crímenes, de deporte, especialmente fútbol, baloncesto y snooker, uno de mis preferidos, además de los motores rugiendo sobre dos o cuatro ruedas. Aprendo a cocinar, a decorar mi casa, a tunear mi auto, me dan lecciones de historia, me conozco los modus operandi de los criminales de medio mundo, me enseñan cuán seguras son las fronteras, especialmente las aduanas de los aeropuertos, escucho hablar en euskera, catalán, chino, inglés, árabe, francés, italiano, latín o gallego. Un mundo a mi alcance. Un mundo por el que paseo, del que después no me queda mucho. O me queda en otro sector geomemorístico que a la hora de escribir esto no me aparece. Es la sedimentación del recuerdo en segmentos más o menos afectivos. Por eso siempre me afloran, me supuran los asuntos de apariencia política. Lo más propenso al esperpento o la comparación. La noche del domingo La Sexta se proclamó fan de Iceta. O de lo que representa. Évole en dos platos: primero una charla amable y sincera con Joan Manuel Serrat. Se le respeta. Estuvo dando la cara frente al franquismo. Siempre ha sido socialista, o lo que se aproxima a esa idea. Después un cara a cara de dos amigos: Mas y Zapatero. Reproches y algunas pistas sobre la historia reciente, sobre el inicio del problema en Catalunya. Para terminar, Pastor, con Iceta, al que le han prohibido bailar los que dirigen su campaña. Que baile. Quizás bailando se exprese mejor. Su propuesta es una y la otra. Es decir, le falta sedimentación de ideas propias que den una solidez a un discurso.